En 'Instantes de Tinta', cada página es un lienzo donde los pensamientos se entrelazan con la tinta para dar vida a emociones y experiencias cotidianas. A través de versos efímeros y metáforas vibrantes, este poemario te invita a sumergirte en un mu...
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Me acerqué sigilosamente a la puerta de tu morada, y a través de la ventana te vislumbré. Ahí estabas, como siempre, cautivador y enigmático, sumido en tus pensamientos.
Me pregunté: ¿Quién ocupa tus pensamientos? ¿Hay alguien más en tu mente, como tú lo estás en la mía? Una sonrisa se dibujó en mis labios al darme cuenta de la ingenuidad de mis preguntas. Tú no tienes la más mínima idea de cómo te pienso, de cómo cada pensamiento tuyo se entrelaza con mi ser, acariciando tu rostro en mis sueños y perdiéndome en la profundidad de tu mirada en cada encuentro.
Ausente, como si fueras una criatura de otro mundo, pero a la vez tan presente, como si fueras el epicentro de mi universo. Es una paradoja lo que siento, lo que observo y lo que reflejo en cada pensamiento.
Tomaste una pluma y un papel, y en ellos plasmaste las turbulencias de tu mente. Anhelo con fervor poseer esa hoja, ser la depositaria de tus más íntimos pensamientos.
Sin embargo, arrugaste el papel y lo arrojaste a la papelera, repitiendo esta escena una y otra vez. Me pregunto: ¿Por qué eres tan enigmático? ¿Por qué tus sentimientos son un laberinto sin salida clara? Mientras tanto, yo fácilmente te inmortalizo entre estas páginas, con mis dudas danzando en mi mente. Imagino que tus labios son el refugio perfecto para perderme, sin temor a caer en el abismo del desconocimiento.
¿Quién te posee? ¿Serás consciente de ello? Desde aquella tarde de otoño, has poseído mi alma, mi mente y mi cuerpo. Aunque quizás aún no lo sepas, pronto descubrirás la intensidad de mis sentimientos. No puedo cargar con este secreto en silencio, no puede pasar desapercibido para siempre.
Nunca te lo dije, y tal vez nunca llegue el momento adecuado, pero los cristales de la ventana no impiden que vea el brillo en tus ojos y todo lo que reflejan. Me tienes volando en un éxtasis indescriptible, me tienes cautivado por razones que escapan a la lógica. Cada papel arrugado en la papelera es un recordatorio de tu poder sobre mí. Me posees, pequeño ser ausente.
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