En 'Instantes de Tinta', cada página es un lienzo donde los pensamientos se entrelazan con la tinta para dar vida a emociones y experiencias cotidianas. A través de versos efímeros y metáforas vibrantes, este poemario te invita a sumergirte en un mu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
pasado 135 días desde la última vez que te vi, y sinceramente, no es fácil aceptar que alguien ya no forme parte de tu vida, especialmente si esa persona era quien le daba sentido a tu existencia.
¿Por qué no pude ser yo mismo y encontrarle sentido a mi propia vida? Desde mi perspectiva actual, siempre he sido yo, la única compañía constante, el único que incluso en la oscuridad siente la falta de existencia, siente ese motor latiendo con ilusión. Deberían haber pasado más días si hubiera sido yo quien pusiera fin desde el primer momento en que me hiciste dudar de mi capacidad para amar. Mientras te olvido, escribo, y tal vez nunca he dejado de hacerlo. Hoy le escribo al dolor, a la superación y a la ansiedad de querer ser mejor cada día, siempre superando al que fui, al que conociste. Mientras te olvido, respiro lentamente y me pregunto: ¿por qué no pude ver con claridad hace 135 días? Nunca me ha faltado capacidad, siempre la he tenido, pero eras tú quien con tus palabras sofocaba cualquier creencia empoderadora que pudiera existir en mí. Fuiste tú quien, con tus manías, eliminó cualquier rastro de amor propio y valentía. No pude evitar que formaras parte de mi vida, y tal vez estaba destinado a convertirme en la hermosa persona que he descubierto en estos días de tu ausencia, aunque al principio dolía tanto que a veces deseaba morir. Pero aquí estoy, sobreviviendo. Mientras te olvido, mi corazón sigue latiendo y mis manos no dejan de escribir. No piensan en los días que han pasado ni en todas las palabras que hemos tenido que escribir para dejarte ir, entre sollozos, fragmentos y lamentos. Mientras te olvido, olvido el desamor, olvido que merezco poco, olvido tus palabras. Y aunque suene paradójico, no te olvido. Siempre has estado presente en mi mente.
