"Fanfic" del fanfic de navidad de Eva

☆｡CAPITULO 3｡⁠☆

Christopher.

Quisiera no dejarla, pero llevarla a Londres sería más riesgoso, aún más de los que se corren ya.

Llegar a Londres es un desmadre completo, reclamos por parte de Alex, Gema jodiendo por todas partes.

Tengo miles de reuniones y apenas comienza del día.

—¿En dónde te metiste esta semana? —inquiere Patrick, después de una reunión con un presidente.

—No te interesa.

—Me interesa si tuve que eliminar cierto contenido con una pelinegra en París —mi vista va de inmediato a el—, no se qué coño te traes entre manos, Christopher, pero si la vas a seguir viendo, entonces ten cuidado, esta vez me tocó revisar cámaras en la ciudad, eliminé todo el contenido que encontré, aun así, sabes que está el riesgo de que alguien los reconociera. Rachel fue amiga de Alexa y yo no quiero ver a mi mujer mal si encuentran a su amiga y la matan —se pone de pie.

—Tienes prohibido hablar de lo que viste.

—No pensaba decir nada, solo te estoy diciendo que tengas cuidado y que le digas a Rachel que no se exponga. Aún se corren muchos riesgos.

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(Cuatro meses después)

Observó la pantalla del MacBook, Rachel sigue igual de dormida que cuando me fui a la junta, se quedó dormida frente a la computadora con la cámara encendida, el jet está por aterrizar y se supone que iba a estar aquí, pero parece haberse tomado algo para dormir.

Después del aterrizaje, abordo el auto, soltando un suspiro, reviso por última vez el teléfono antes de apagarlo y abandonarlo en la guantera, conduzco hasta la casa, el portón se abre cuando aprieto el botón del mando en mi mano y se cierra cuando el auto entra por completo a la propiedad. Aparco a un lado y cojo la maleta para caminar a la puerta principal, dígito los códigos y accedo a la casa.

Suelto la maleta en el recibidor y abro la otra puerta para caminar a dónde estaba mi mujer.

Y ahí sigue, claro.

Me acerco, cerrando la computadora antes de tomarla con cuidado, ella se acomoda contra mí, pero sigue sin reaccionar... No parece que vaya a hacerlo en un futuro cercano.

Voy a la habitación, dejándola en la cama mientras reparo en lo que trae puesto. Un short de mezclilla con un top que tiene flores, un top que resalta muy bien sus tetas y me deja observar que no trae sujetador.

Suelto un suspiro, quiero follármela, pero la mujer no es que esté durmiendo bien, tuvo una pesadilla, por lo que me contó, una donde se ve a ella misma llena de sangre y a mí a pasos de ella. No sé por qué, pero es lo es, así que sus horas de sueño se redujeron por qué no quiere volver soñar eso.

Bajo para volver a revisar el sistema de seguridad, no ha tenido fallas, pero necesito comprobar que no vaya a haberlas en algún futuro cercano. O lejano.

Antoni sigue escondido, así que su captura se aplaza, pienso en posibles estrategias para hacerlo salir, pero ni una parece ser suficiente motivación para él.

Cuatro horas más tarde, siento unos brazos rodearme el cuello y después unos labios en mi mejilla.

—Hola, mi amor —me doy la vuelta para verla.

Se ha duchado y cambiado, ahora solo utiliza un camisón que me llama de más la atención al ser semitransparente. La pego a mí, besando sus labios, deja escapar una corta risa antes de corresponder, enredando de nuevo los brazos en mi cuello, la subo a mi regazo, lo que le provoca un gemido.