"Fanfic" del fanfic de navidad de Eva

☆｡CAPITULO 13｡⁠☆

Rachel.

Christopher me tiene tensa. Y no en el sentido que me gusta. Me tiene con la oreja pegada al teléfono mientras alimento a los niños con el puré de patatas que se comen haciéndome muecas.

Me dejó en espera. Está siendo nombrado oficialmente como candidato a ministro, ese no es el problema, claro. El problema es que sin querer lo escuche decir que a la mayoría de los candidatos antes anunciados los mataron. Y a mí me da mucho miedo que algo le pase.

Christopher puede ser muy invencible, pero no es inmortal.

Y tenemos dos hijos como para que me los deje. No, mis bebés necesitan tener a su madre y padre presentes. Vivos.

—Mami —volteo rápidamente, Owen y Milenka me están frunciendo los labios, no queriendo que les dé más puré.

—Mis amores, tienen que comer.

—Co-e tu —Milenka se cruza de brazos, Owen no tarda en imitarla.

—Mi amor, yo ya lo hice —mentira, pero ellos no lo saben—. ¿Pueden por favor no ser berrinchudos hoy y comerse todo?, No le han bajado ni la mitad al plato.

—¡Sa-e feo!

—No es cierto, Owen, no sabe mal, simplemente quieres golosinas y no el puré. Se lo han comido antes y no me han hecho tanto alboroto por comérselo —le acomodo el cabello—, háganlo por mami, ¿Sí?, Coman todo.

—Feo.

—Mi amor...

Milenka es quien toma la iniciativa. Aún, inconforme, toma la cuchara y se la lleva a la boca, molesta.

—Puedo darles una bola de helado después, ¿Que dicen?

Ahí si ya me quieren mucho, por supuesto. Ambos comienzan a comer mientras sigo escuchando el pitido de la llamada, decido dejar el teléfono en altavoz y a un lado, la ansiedad me está carcomiendo, no por el anuncio, si no por lo que conlleva el anuncio. Ni siquiera sé por qué me dejó en la llamada, se va a tardar mucho, así que no tiene caso tener horas aquí. Pero yo no voy a ser la que corte la llamada.

Le doy de comer a los mellizos interactuando con ellos cuando les hago avioncito con la cuchara. Eso ya los hace sonreír y reír.

Owen es el que menos lo hace, aunque la mayoría de las veces, es solo conmigo con quién se ríe, hoy no es uno de esos días.

Cuando terminan, los tomo de las manitas para que caminemos a su cuarto de baño y se cepillen los dientes como les he estado enseñando, se llenan de espuma dental, pero al menos medio me hacen caso.

Me tengo que poner sobre mis rodillas para que pueda mostrarles cómo, ellos se observan en el espejo y Milenka se ríe, apuntando a Owen con la mano llena de espuma, mientras que Owen se ofende y sigue batallando para no llenarse todas las mejillas con la manita que ya se le lleno igual de espuma.

—Boten la espuma en el lavabo —pido, en un intento por qué no se llenen más la ropa, pero ni al caso—, cariño, solo escupe...

Si lo hace, pero fuera del lavabo, así que si, se llena la ropa de espuma, suspiro y tomo la toalla para limpiarle la carita y las manos.

—Enjuaga tu boquita y ya. Ahora, Owen —me intenta dar una sonrisita traviesa que terminar en lo mismo.

El con la playerita llena de espuma. Otro suspiro. Hago lo mismo que con su hermana y después avanzamos a la tina.

—Va a tocar ducharlos, mis amores —hablo mientras abro la llave.

Intercambian miradas y en menos de un parpadear los veo correr fuera del baño. Los amaba muchísimo cuando apenas y se podían mantener de pie.