☆。CAPITULO 12。⁠☆

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Christopher.

Dejo la maleta en el recibidor y avanzo entre la penumbra hacia las escaleras. Me voy quitando la chaqueta, ya que aquí está más fresco que afuera.

Camino a la habitación de los mellizos, la luz encendida de la lámpara se filtra por la rendija de abajo de la puerta, piso un juguete, lo que me hace fruncir el ceño, se supone que por eso tienen la casa de atrás.

Piso otra cosa. Y está vez algo chilla y siento que algo se prende de mi pantalón, ¿Que mierda?

Enciendo la luz del teléfono y veo... ¿Es un gato?

La puerta se abre estrepitosamente y Rachel sale, su expresión es de total sorpresa, pasando al nerviosismo.

—Mi amor... —titubea al ver al gato en mi pantalón, tiene las malditas garras enterradas en la mezclilla y está enfurruñado.

—¿Que mierda hace ese gato aquí?

Se apresura a venir por él, interrumpiendo mi acción de querer arrojarlo lejos.

Lo pega contra su pecho, pero el animal no deja de verme con rencor.

—No sé cómo llego, ¿Bien? —le acaricia las orejas—, hace dos días lo encontré ahogándose en la piscina y no me sentí con el corazón suficiente para dejarlo solito —me alejo cuando intenta acercarse.

De todos los malditos animales que pueden caer aquí, un maldito gato es lo que hay.

—¿Y lo metiste a la casa?, ¿No podías dejarlo afuera? —mascullo.

—Es que mírale los ojitos —hace un puchero—, el pobre está demasiado flaquito y parece que lo arrojaron a la calle, tiene la patita lasti...

—La casa está muy lejos de la urbanización para que digas que lo arrojaron a la calle.

—Pero seguro camino mucho, míralo bien —insiste.

—No me importa, no se va a quedar aquí.

—Por favor —se pega al gato a la cara.

Unos ojos azules menos intensos que los que me gustan me observan. No, definitivamente esa cosa se va a ir a de aquí.

—No quiero animales aquí —se encoge de hombros.

—De todas maneras, no te estoy pidiendo permiso para que se quede. Mily es mío y lo estoy cuidando bien.

—¿Mily? —asiente—, ¿No se te ocurrió otro peor?

—¿Y a ti que te importa? —le da un beso y lo baja, el gato desaparece en las escaleras, noto que si, tiene mal una pata, por qué va con la misma sin tocar el piso—. Si de todas maneras es mío.

—Saca a ese maldito gato de aquí, lo digo en serio.

—Tú a mí no me das órdenes, mi amor —sonríe—. Mejor dime, ¿Cómo te fue está semana?, ¿Qué hiciste o...?

—No cambies la conversación —la corto—. Si quieres que se termine de curar, ¿Yo qué sé?, Pero no lo quiero aquí.

—No, mi amor, el gatito necesita una familia y yo se la voy a dar. Además, a los mellizos les gusta mucho.

—No le vas a dar una mierda. Puede arañar a tus hijos y todo por qué...

—No, de hecho, se la pasa con Mile, parece que se enamoró de ella.

Frunzo el ceño.

—¿Y por qué se lo dejas?, Después va a querer arañar a Owen por querer acercarse...

"Fanfic" del fanfic de navidad de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora