☆。CAPITULO 21。⁠☆

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Christopher.

—No seas tenton —me golpea la mano cuando intento descubrirle las tetas.

—Son mías, puedo tocarlas cuando se me de la jodida gana.

Se ríe, acomodándose mejor, atacó sus labios, arrebatándole un gemido bajo, tiro del inferior, viéndola entrecerrar los ojos.

Ella solita se baja los tirantes y queda descubierta de la parte posterior del cuerpo, sonrió y muerdo su cuello, bajando a sus tetas que nunca dejan de ser perfectas. Meto su pezón a mi boca, provocando su otro gemido, está vez uno más fuerte que intenta acallar, pero solo logra que re suene en la cabina.

Se muerde el labio y sus bajos gemidos son lo que escucho durante el trayecto hasta el hotel. Me da un empujón cuando llegamos y se acomoda el vestido, apresurandose a bajarse.

La sujeto por la cintura mientras hacemos el registro, ella está de espaldas a la mujer que se encarga de todo, besando mi mentón y cuello, sé por qué lo hace y no me causa más que risa. Se queja de mí, pero es igual.

—Hay un pequeño inconveniente con su habitación...

Dirijo la mirada a ella en cuanto suelta las palabras.

—¿Que inconveniente? —siseo.

Soy dueño del hotel, me encargue de que no hubiera inconvenientes y si estoy haciendo el jodido registro es para que le suban algo se comer a Rachel en un rato y sepan qué, pero pude haberme pasado derecho, por qué sé que todo está en orden. Hubiera preferido llamar, pero sé que me la estaría follando y no la dejaría hacerlo.

—... Una alfombra, se...

—Me tienes que estar jodiendo.

Sacude la cabeza, mirando a Rachel, la cuál ni enterada, sigue plantando besos por donde pueda.

—Tardarán aproximadamente unos 15 o 20 minutos en solucionarlo.

—¿Crees que soy estúpido? —enarco una ceja—. Si vine aquí fue para ordenar que lleven comida en dos horas, pero sé que la jodida suite está lista desde ayer en la noche, nadie entra ahí sin que yo lo ordene, no me...

—Esta bien, mi amor —planta un beso en mis labios y se da la vuelta—, podemos esperar en el sofá, son 15 minutos y el tiempo vuela cuando estamos juntos, así que... Esperaremos, señorita, ¿Puede mandarnos unas fresas con chocolate?, Gracias.

Sujeta mi mano y avanza hasta el sofá, una vez ahí, suelta un bufido de molestia.

—Estoy harta de esas personas —se sienta en mi regazo—. ¿Por qué no puedes ser menos atractivo? —sujeta mi rostro entre sus manos—. Deberías, a ver si así dejan de hacerme estás cosas.

—Claro.

—Nos está viendo, así que vamos a darle un buen espectáculo —me da un beso—, no soy exhibicionistas, ministro, pero como estoy molesta, te voy a dar permiso tocarme de más frente a todas las personas que entren. Y sobre todo, para hacerla enojar más a ella, por intentar arruinarme mi noche de bodas.

Ladeó los labios, dispuesto a aprovechar la oportunidad, pero cuando voy a apartarle el vestido de nuevo, encoge el hombro.

—Dije tocarme, no desnudarme —se burla.

Pero se aparta un poco, echando la cabeza hacia atrás, lo que me da libre acceso a su cuello y escote, llevo los labios a donde su pulso late con rapidez. Muerdo su piel, haciéndole un chupón, del que me va a reprochar más tarde, pero de momento solo tiene una sonrisa burlona en los labios.

"Fanfic" del fanfic de navidad de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora