☆。CAPITULO FINAL。⁠☆

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Rachel.

El sol calienta mi piel mientras avanzo hasta mis dos pequeños, los cuales juegan entre ellos en la piscina, aunque se detienen al vernos llegar.

—¡Mamá! —me arrodilló en el borde de la piscina, sin importarme si me mojo las rodillas o si me moja él, dejo que se lance sobre mi al igual que su hermana.

Los lleno de besos, por qué, joder, los extrañe. Fueron 2 semanas largas.

Milenka se sale para correr a su padre, que la levanta, frunciendo el ceño.

—Me acabas de llenar de agua.

—¡Te extrañe!

Se le acurruca contra el pecho, mientras mi bebé hace lo mismo conmigo.

Sonrío, sacándolo de agua, entonces me dirijo a Alex, que asiente y sale igual para irse. Me estresa que Christopher y él no puedan estar ni medio minuto juntos, pero no es asunto mío.

Voy por las toallas para cubrir a mis bebés, le doy una a Christopher y yo seco a Owen. Lo lleno de besos mientras lo hago, diciéndole lo mucho que lo extrañe, Milenka no deja en paz a su padre, pero igual, en algún momento se lanza a darme un beso y su hermano va con su padre.

Nos cuentan todo lo que hicieron estás dos largas semanas. Me alarmó cuando Owen me nuestra la rodilla, la cuál está a medio cicatrizar.

—¿Dónde te caíste? —Christopher lo toma, sentándolo en su regazo.

—El otro día iba corriendo por allá y me caí...

—¿Y dónde está Alex?

Le muestra una sonrisa.

—Me estaba escapando de él.

—¿Por qué?

—Por qué él estaba llevando a Milenka a dormir, y yo quería venir a los columpios, pero él me dijo que ya era muy tarde, pero no es cierto.

El bufido de molestia de Christopher no tarda en llegar.

—Pero ya estás bien, ¿Verdad, mi corazón?

Asiente, su sonrisa se hace grande, es tan bonita que me muestra los dientecitos.

—Fui valiente, mami, por qué no llore, aunque si me salió sangre. Aún así, la abuela Sara me puso una venda. Pero como ya...

—Nos vamos a la casa —se pone de pie, echando a Owen y Milenka contra su hombro.

Suspiro, poniéndome de pie para ir con él. Antes de irnos lo obligó a ir a una habitación para duchar a los niños y ponerles ropa seca, mientras él se desaparece, estoy segura que va a reclamarle a Alex. Dice que yo soy una exagerada, pero él, así le jalen en juego el cabello a sus hijos, es capaz de armar la tercera guerra mundial. 

Le pongo un vestido con flores a Milenka y a Owen una bermuda beige con una camisita blanca, les arreglo el cabello —batallo mucho con Milenka— y comienzo a recoger todas sus cosas.

Es entonces que aparece su padre, molesto, claro, pero no lo paga con nadie.

Milenka se lanza a su espalda y Owen se acomoda en sus brazos, así que me toca llevar la maleta.

"Fanfic" del fanfic de navidad de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora