México esculca los objetos de Panamá extraídos de la bodega, busca más pistas sin tener resultados, esquivo un objeto de dudosa procedencia al ver cómo su desesperación incrementa comenzando a lanzar las cosas. No me importó, ella nunca tuvo paciencia para nada, ahora tengo un problema más personal y grave... ¿Por qué carajos Panamá no me responde el mensaje? ---¡No mames! ¿En serio solo ésto trajeron? Solo es basura. ---Da un bufido decepcionada, le alzo los hombros teniendo la mirada fija al celular acabando mi salud mental por una contestación. ¿Cuál es su problema? Solo son dos letras a presionar; “s - í”, incluso sí me rechaza también solo son dos letras; “n - o” ¿Tan difícil es contestar si quiere o no quiere tener una cita conmigo? Quizás mi mensaje lo tomó por sorpresa, lo puede interpretar como una burla... Ay, no... Tal vez me odia... ---¡ECUADOR CHINGADA MADRE! ---Me lanza la libreta la cuál cae en mi cara.
Reacciono cayendo en la realidad. ---¡ASH! ¡Estoy ocupado! ---Señalo el teléfono, agarro la libreta dejándola sobre la mesa de forma brusca arrugando algunas hojas, México muestra una leve preocupación por mi comportamiento, está dispuesta a oírme al poner su atención en mí. ---Panamá no me responde. ---Le explico entre dientes el inmenso dilema el cual me está haciendo agonizar entre las llamas del inframundo cada segundo.
Se muestra severa, algo aburrida por la confesión. ---¿Y? ¿Es tu novio o qué ojete? ---
Giro los ojos soltando una gran queja alta arrimando la espalda en la silla. Nadie en ésta casa me entiende, nunca soy tomado en serio. ---¡No digas huevadas! ---Aparto el móvil mostrando la libreta para aclararle el asunto. ---Sospecho de Panamá, él sabe algo de éste asteroide. Necesito esa cita para sacarle información. ---Chasquea los labios sin interesarle el tema.
---¿Seguro solo es eso? Neta estás actuando requete pendejo. Y eso empezó desde que viste a Panamá en su inauguración siendo un superior de alto rango, cabrón, yo mismita ví como se te chorreaba la baba de mirarlo en su actuación. ---
Alzo una ceja sin entender, admito estar impresionado de las habilidades en Panamá, pero solo eso. ---No sé porqué eres la líder del equipo. ---Fue la única defensa a mi favor. Decido no gastar más fuerzas y energía en debatir de mi supuesto novio. Veo la libreta notando la página la cual arrugué con anterioridad, muestra una estructura de cohetes con varios cálculos de soporte técnico y la programación que tendría esa tecnología... es extraño... Panamá no tiene estos conocimientos, sí la libreta es suya alguien debió ayudarlo, al menos que si sepa de programación y solo se haga el gil. No, lo dudo mucho, he notado como se esfuerza para lograr entender ésta materia, entonces ¿Quién hizo estos cálculos? Curioso, paso mi mano sobre los números escritos, conozco ésta letra... Es mi letra.
“ Loviec, mi amor... ¿De verdad quieres hacer éstos planos? ya tenemos suficientes problemas con ONU. ”
Un inmenso tormento se esparce en mi cabeza, como si mil agujas se clavaran en el cerebro. Aquella calmada voz sonada en un recuerdo inexistente es tal dolorosa para mí. ¡NO! Es imposible que yo haya hecho estos escritos y no lo recuerde. Aguantando la tortura creada en mis recuerdos, reviso detalladamente cada número. ---¿Ecuador? Carnal... ya dime qué traes. ---
Cierro la libreta acabando con el punzar de dolor en mi mente por el acto. Trato de organizar mis ideas antes de contestar, no estoy seguro porqué tengo esa sensación de sospecha hacia alguien quien nunca he interactuando hasta ahora. ---Lo admito, hay un “algo” en Panamá, pienso solo en él desde su evento de superior... ---Rememoro aquel día, fue aguil, formal, llamativo ante mis ojos, como un tesoro perdido. Paso mis dedos sobre la cobertura de la libreta clandestina. ---Quiero conocer quién está detrás de esas máscara, si de verdad es un enemigo. Necesito esa cita con Panamá. ---Tras mi última confesión un mensaje llega a mi celular, es de él.
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•⏳ Bucle ⏳• ⟨ CountryHumans EcPa ⟩
Teen FictionEl sonido de su voz me es conocido. Cada tacto que hace con mi piel me trae recuerdos de los cuales nunca he tenido. Me basta escuchar por un segundo su risa de felicidad para acelerar brevemente mi corazón, deseoso de más. Me da miedo pensar cuánto...