Flores rojas - Marcanne ♡

Capítulo 8

[Marcy]

Habían pasado unas semanas de ese hermoso día en el que me convertí en la novia de Anne.
Era una mañana helada, el césped cristalizado por el hielo brillaba a la luz del cálido sol. Yo, por otro lado, parecía un pingüino extraño, estaba cubierta de ropa abrigada y una bufanda larga que envolvía mi cuello. Acababa de llegar luego de unos pequeños asuntos que resolver, y solo esperaba tener el reconfortante calor de mi casa. Ese día, estaba esperando la visita de mi vieja amiga, Maya, no la veía hace ya un rato y me preguntaba qué sería de su vida.
Una o dos horas después, sonó el timbre.
-¡Marceline! -me saludó. Siempre me había incomodado el hecho de que no me llamara por mi apodo, pero nunca se lo decía por miedo a que se enojase conmigo.
--Maya! ¿Cómo estás? -nos abrazamos y la invité a pasar.- Pasa, hace frío como para que te quedes ahí parada.
-Jaja, claro...
La convidé a un café y charlamos bastante. Ella me comentaba cómo fue su vida y la de los demás chicos y chicas de la escuela, ella hablaba prácticamente con todos.
-Y dime, "Marcy", ¿por qué te mudaste a Los Ángeles?
-Bueno, yo viví aquí gran parte de mi vida, y pues, extrañaba todo esto. Además de que vine a visitar a mis amigas Sasha y Anne, bueno, Anne no es exactamente mi amiga, hace un tiempo empezamos a salir...
-¡¿Tienes novia?! -me preguntó exaltada, como si no me creyera capaz de tener una pareja en mi vida.
-Sii.
-Oh, que bueno. -su expresión cambió de sorprendida a extrañada por mis palabras.
-¿Todo bien?
-Ah, claro que sí, solo estoy... confundida. ¿No era ella la chica a la cual tú "habías superado"?
-Jaja, bueno, ¿qué pasaría si hipotéticamente yo hubiera mentido?
-Supongo que hipotéticamente solo puedo sentirme felíz por tu nueva relación. ¡Te deseo suerte! no es facil...
-¿No?
-Nop, nada facil.
Tenía el presentimiento que que quería decirme algo.
-¿Y tú cómo estás tan segura?
-Creeme, tuve más de tres parejas, y no es tan sencillo como piensas...
-Pfff, ¡estupideces! conozco a...
-¿Que la conoces desde pequeña? ¡JA! Linda, esas nunca funcionan, una de las dos va a terminar de cerrar el caso, apartándose o consiguiendo a alguien más. No esperes mucho de "Annabanana", porque probablemente ella sólo quiera "experimentar"... pero qué sé yo, tal vez sea como dices...
Me dolía pensar en que tal vez Maya tenía razón, ¿y si Anne no me quería realmente? nadie me tomaba en serio. A mis 23 años sigo siendo la niñita manipulable, boba y nerd que juega a cosas hippies o que habla solo para contar sus intereses, ¿habrá alguien que no me minimice o que si quiera sepa que existo? ¿alguien que tenga los mismos sentimientos hermosos por mí? Eso realmente sentía por mi novia, la amaba como si mi vida dependiera de ello (realmente no había diferencia, no es como si supiera qué hacer sin su persona). ¿Acaso solo soy una tonta enamorada? ¿alguna vez seré amada?...

¿Alguna vez dejaré de ser tan insegura?

-Jaja, claro, gracias por el... consejo...
Mi compañera se iba a quedar durante unos días en mi casa, venía de visita y su familia no tenía un espacio en el que ella pudiera quedarse. Así que viviría conmigo una o dos semanas, tiempo suficiente para que Anne y Sasha la conocieran.
Cerraba mis ojos, pero no dormía, tenía esa sensación horripilante en la cabeza que me decía una y otra vez todo mal que había cometido. Realmente no era mucho, no me considero una mala persona, pero tal vez Anne si lo hiciera, después de todo, si alguien con experiencia en el amor podía aconsejarme, probablemente era cierto, o eso espero...
No conseguí pegar un ojo esa noche, me quedé alborotada con mis pensamientos constantemente palpitando en mi cabeza poco eficaz. Tampoco me ayudaba el hecho de tener visitas, debía encargarme de todo al mismo tiempo. Estaba sobrecargada a un punto que no podía soportar; el trabajo, Anne, mis inseguridades, mis ideas, mis sueños, Maya, Sash, mis padres, mi casa, mi miedo.
-Te ves agotada, ¿siquiera dormiste?
-Por supuesto que si, Maira.
-Soy Maya.
-Ahh, lo siento, María.
-Ma-ya.
-¡Perdón! es que... estuve pensando en lo que me dijiste ayer, y pues, seré sincera, no me agrada la idea de que la primera relación seria que tengo con alguien termine siendo una farsa.
Maya miró a su derecha un poco pensativa, como si se estuviera arrepintiendo internamente de algo. Tomó aire y me miró sonriente.
-Tranquila, Marceline. Todo va a salir bien si te lo tomas bien. -me respondió. Dios mío, odiaba tanto que me llamara Marceline.
-Oye, May, ¿podrías no...
-¿Qué?
-Olvídalo...
-¿Segura? parecía importante...
-No importa, está bien, creo.
-Bueno.
Charlamos un rato, y luego, a ella se le ocurrió lo más conveniente que se le pudo haber ocurrido.
-Ey, Marceline, ¿y si me presentas a tu novia? Y de paso a tu otra amiga, esa... ¿Sally?
-Sasha.
-Ahh, si, ella, ¿qué dices?
-Bueno, no sé si...
-Por favor, amiguita, será divertido.
Lo pensé un poco, era el segundo día con Maya y yo ya no me sentía segura ni de mi propia relación. Tal vez pasar un tiempo con mis amigas me ayudaría a despejar mis pensamientos.
-¿Sabés que, Maya? Hagámoslo, vamos a invitarlas.
-¡Genial! Seguro nos divertiremos mucho...
Le envié un mensaje a Sasha, que parecía no tener nada mejor que hacer porque me respondió de inmediato. Lo que sí me costó fue escribirle a Anne. Sí, sé que puede sonar algo dramático de mi parte pero mis ideas pesimistas seguían acosándome. Pensé y pensé, estuve como diez minutos así, y luego, lo mandé. Ya, si Anne me quería o no, era una cuestión de ella, supongo que no me quedaría otra opción que aceptar lo que ella quisiese de su vida, pero en fin, no todo puede ser siempre de color de rosas, ¿Verdad?