Capítulo 10

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[Marcy]

   "Hola, Mar-Mar <3, espero que estés bien, sé que ayer no lo estabas, lamento ser muy insistente, pero si necesitas hablar aquí me tienes, ¿ok?".
   Eso fue lo primero que leí apenas desperté y encendí mi teléfono. Era Anne.
   Yo seguía sintiéndome culpable por las cosas del día anterior. ¿Qué clase de novia duda de la chica a la que ama por un comentario (en este caso, insignificante) de una amiga? Yo era esa. Y no me gustaba. No estaba cómoda, pero como soy idiota, respondí:
   "¡Holaa, Annabanana! Estoy bien, tranquila, estaba preocupada por algunos asuntos del estudio, no te preocupes, pero gracias ♡"
   ¿Asuntos del estudio? Marcy estúpida, eran las vacaciones. Me arrepentí en el momento en el que se lo envíe, pero no tuve la valentía de hablarle como corresponde de mis sentimientos, no porque no tuviera confianza en ella, sinó en mí. Dios, me sentía confundida.
   Fuimos con Maya a caminar por la plaza. Compramos jugo de frutas y nos sentamos bajo un árbol.
—¿No es una hermosa mañana?
—Seguro que sí, siento que ho-...
—Si, Marcy, yo también lo siento.
—Ni siquiera me dejaste decir nada.
—Lo siento, ¿qué ibas a decir?...
—Olvídalo.
—Como quieras...
   Hubo un silencio, muy corto, porque automáticamente me habló nuevamente.
—Ey, pregunta rara.
—Dime.
—Si estuvieras con otra persona que no fuera esa tal Anne, ¿con quién sería?
—Tengo novia, no voy a responder eso.
—Lo sé, pero si ella no sé, te estuviese engañando o algo parecido...
—Maya, ¿qué mierda?
—¿Qué? Sólo pregunto, es decir, creo que deberías pensarlo, ¿no crees que Anne es una persona un tanto... extraña? bueno, su forma de vestir, y su acento tailandés en ciertas frases...
—No te atrevas a hablar mal de ella.
—¡Claro que no! digo que no me extrañaría que una persona así te fallara.
—Yo le he fallado a ella muchas veces, no voy a permitirme hacerlo de nuevo. —dicho esto, me levanté y me fui.
—¡Marceline, vuelve! ¡¿Adónde vas?!
—A donde pueda tener una relación sin ser criticada...
—¡No, espera!

   Llegué a casa y me encerré en mi habitación, apenas había empezado el día, y Maya y yo ya nos habíamos peleado, es que, ¿cómo podía hablar así de Anne?, ya me había dado cuenta de que había algo raro en mi amiga, e iba a averiguar qué era.
   Entonces, ella tocó la puerta.
—¿Marcy? ¿Estás ahí?
—¿Qué quieres, Maya?
—Sólo hablar.
—Bien, pasa.
   Ella pasó al lugar y se sentó en la punta de mi cama.
—¿Por qué te fuiste?
—¿Cómo que por qué? ¡¿Acaso tú no estabas insinuando que mi novia me engaña sólo porque es tailandesa o por cómo se viste?!
—Eso no es lo que intenté decirte...
—Ah, ¿no? ¿y qué intentaste decir? fuiste muy clara.
—No me expresé como quería...
—Entonces explícate.
—Mira, solo trato de prepararte, en cada relación pasa lo mismo, sabes que he tenido algunas parejas y ninguna funcionó, no quiero que sufras si eso te pasa...
—Entiendo tu punto, pero Anne es diferente, créeme.
   Maya se levantó y se acercó a la puerta. Antes de salir, completó su frase:
—Sólo quiero protegerte, Marcy, algún día me lo agradecerás.
   Tras decir esto, cerró y se alejó. Yo me quedé allí, sentada en la silla del escritorio. No quería dudar de Anne pero mis inseguridades y mi compañera no me permitían pensar en otra cosa. Amaba a mi novia como a nadie en el mundo, y me dolía cuestionarla, ya que jamás me había dado razones para eso. Comenzé a predecir que Maya quería llegar a algo, pero no sabía a qué. Entendía que me estaba manipulando, pero ¿con qué fin? ¿acaso estaría celosa de Anne?, si así fuera, ¿por qué?...
   No lo sabía pero de algo estaba segura; tenía que hablar con las dos. No quería porque DETESTO, en serio, lo odio, hablar de mis sentimientos con las personas, y más cuando se trata de cosas como éstas, odio mis inseguridades, odio el estrés, odio estar confundida, odio desconfiar, me odio casi completamente.
   De todos modos no quería desviarme, tenía que mentalizar la idea de hablarles, porque estaba segura de que iba a olvidarlo (como al resto de las cosas). Concluí escribirle a Anne de nuevo, necesitaba verla lo más pronto posible.
   "Anne, lo siento. No, no estoy bien, mentí, necesito hablar contigo, ¿puedo pasar a verte después?"
   Dudé un poco antes de enviarlo, pero en un impulso lo hice casi automáticamente. No me arrepentí de nada, tampoco quería hacerlo. Ella me respondió prácticamente de inmediato:
   "¡Claro que sí!, ven cuando gustes, te espero aquí..."
   Dicho esto, tomé mi teléfono y me dispuse a irme. Cuando llegué a la puerta, Maya me detuvo.
—¿Adónde vas?
—A ver a mi novia.
—No estás molesta, ¿verdad?
—No, adiós.
   Cerré de un portazo, me había cansado de que ella se interpusiera.

Flores rojas - Marcanne ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora