Flores rojas - Marcanne ♡

Capítulo 11

{CAPÍTULO CORTO}

[Anne]

   Marcy había llegado a casa. Apenas abrí la puerta, me abrazó muy fuerte. Me di cuenta de que realmente era importante lo que tenía para decir.
—Wow, ¿estás... llorando? —indagué mientras le secaba una lágrima de los ojos.— ¿qué tienes, linda?
—¡Lo lamento tanto, Anne! ¡Soy una idiota!
—No sé de qué estás hablando...
—Soy una tonta, dudé de ti y de mí y lo siento y...
—Cálmate... ven, vamos adentro.
   La acompañé hasta el asiento más cercano y nos sentamos, ella acurrucada en mi hombro sin separarse del abrazo.
—Ahora sí, explícame, pero lento, no te apresures.
—Está bien. Anne, yo... soy alguien que no confía en sí misma, y tú lo sabes mejor que nadie. Perdóname, me dejé llevar por comentarios de Maya y... creo que soy una novia terrible.
   Ahí fue cuando me di cuenta de que tenía toda la razón al respecto de Maya. Definitivamente no era una buena influencia, y menos en personas como Marcy.
—No, Mar-Mar, eres la mejor persona que he conocido jamás...
—Anne...
—Dime.
—Tú... ¿Tu me quieres, verdad? ¿No lo dices por lástima?
   Estas palabras partieron mi corazón. Era evidente que ella era insegura, pero no sabía que podría alguna vez dudar tanto de sí misma, o de alguien más. Realmente la habían afectado las palabras de su supuesta amiga.
—¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Te amo más que a nadie en todo el mundo! Eres una persona increíble, y no me voy a cansar nunca de decírtelo, te amo.
—Gracias, linda. Yo también te amo. —sollozó ella, pero con una sonrisa en la cara.
   La abracé tan fuerte como pude. Seguía muy preocupada por lo que pudiera pasarle, ella era una persona sensible a los comentarios de los demás y no sabía defenderse sola, incluso cuando eso decía...

[Marcy]

   Anne corrió mi cabello de mi cara y me dió un beso. Volví a reposar mi cabeza en su hombro.
—No te dejes llevar por esos comentarios, Mar-Mar, no vale la pena escuchar a gente así.
—Lo sé y lo siento. Sabes que soy una... una... no lo sé, una tonta, y me siento muy afligida por eso. Toda mi vida lo he sido y ahora tengo miedo de que esto pueda afectarme más...
—¿De qué estás hablando?
—No pasó nada muy grave esta vez, pero, ¿y si alguien más me ve como la niñita ingenua que soy? ¿si intentan aprovecharse de mí otra vez, como lo hacía "ya sabes quién" cuando era pequeña?...
—Bueno, en el caso de que eso ocurra, me tienes a mí, yo voy a estar contigo para todo lo que me necesites, ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
   Estuvimos hablando del tema un rato, hasta que mi novia me hizo la pregunta que me faltaba:
—¿Haz intentado hablar con Maya?
   Realmente no, no lo había pensado. Nunca fui capaz de hablar a la cara con nadie y por eso no lo había hecho. Tal vez debía intentarlo, al menos por un momento iba a ser alguien lo suficientemente fuerte como para defenderse a sí misma.