Capítulo 13

404 33 8
                                    

[Marcy]

Había pasado un buen tiempo desde mi pelea con Maya. Mis heridas ya estaban cicatrizando. Las marcas eran muy notorias y dolían al tacto. Mierda, Sasha y Anne se darían cuenta de que algo me estaba pasando.
No me gustaba ser la amiga debil, a la que tienes que proteger para que no se suicide o para que no se tropiece. Se sentía como una carga, no solo para ellas, yo también me molestaba. Me pregunto qué otra persona pude haber sido si tomaba las decisiones correctas.
No veía a mis compañeras hace ya varios días. Muchas veces me habían invitado a lugares para pasar el rato pero no estaba de humor para hacer nada, incluso si me convenía salir de mi casa y respirar algo de aire fresco. En pocas palabras, no tenía ganas de socializar. También tenía miedo, ya había perdido una amistad y si llegara a decir las palabras incorrectas, podía perderlas también, no era lo que quería definitivamente.

Pero me quedé sin excusa cuando Sasha se dio cuenta de que algo no andaba bien.

Tocó mi puerta sin aviso. ¿Debía abrirle? Debía abrirle, era mi mejor amiga real hasta el momento.
—¡Diablos, Marcy! ¿De qué manicomio te fugaste? —me miré, tenía mi viejo pijama y estaba descalza, mi pelo estaba hecho un desastre y mi cara era similar a la de un zombie.
—Hola, Sash.
—Dios mío, ¿estás bien? —Ella tomó mis mejillas y movió mi cabeza de un lado a otro en busca de algo que desconozco.
—Estoy bien... eso creo. —aparté sus manos. Al hacer esto, ella vio las cicatrices de las mías y me dijo.
—Mar-Mar, ¿volviste a hacerlo?
—No, sí, no sé, no fue adrede, lo prometo.
—¿No la habías superado?
—Prometo que no lo hice queriendo, literalmente fue un accidente.
—¿Qué clase de accidente te produce... esto?
—¿No crees que yo debería preguntarte por qué estás en mi casa?
—Vine porque me preocupabas, y creo que estuve bien al hacerlo.
—Podrías haberme avisado al menos...
—No respondes mis mensajes hace meses, ¿qué suponías que haría?
—Bueno, es verdad, también es un poco mi culpa.
—Ya, necesito que me digas qué te ocurre.
Probablemente Sasha tenía derecho a saber lo que pasaba a detalle, quizás podría ayudarme en algo. Le conté todo abiertamente, a cada palabra su expresión se tornaba más preocupada que antes.
—...Y eso. Ya es todo.
—¿Cómo que "todo"? ¡Esa perra te dejó destruida!
—¡No la llames así! También fue mi culpa...
—¿Tu culpa? ¿Y tú qué hiciste?
—Olvida eso, no importa.
—Está bien, pero deja que te ayude con esto. ¿Ya le dijiste a Anne?
—No...
—Oh, ya veo... —hizo una pausa, mientras seguía colocando vendas nuevas en mis manos.— ¿Y por qué?
—Ya soy un estorbo muy grande para ella, no quiero ser una carga más. Eso la molestaría.
—Sinceramente no creo que eso sea cierto, ¿alguna vez te dijo que tu la molestabas?
—No.
—¿Te ha dicho que eras una carga?
—Tampoco.
—¿Y que le estorbabas?
—No.
—¿Y por qué crees que la molestaría que le hables?
—Porque ya no quiero seguir utilizándola como una psicóloga, ni hablar con ella ni con una real me sirve para sentirme mejor, no encuentro eso, la 'chispa'...
—Ajá... Ya veo... ¿haz probado algo?
—Tampoco.
—Si quieres mejorar sin hablarlo, bien, hazlo, inténtalo, pero ponle ganas, por favor. No me gustaría que nada grave te pasara, Marcy.
   Abracé a mi amiga muy fuerte. Gracias otra vez, Sashita.

[Anne]

   Estaba relajada, hasta que me llegó un mensaje de Sasha.
   «Anne, algo le ocurre a Marcy, y no es nada bueno.»
   Ay no.
   Me contó que había ido a visitarla, y que sus manos estaban llenas de marcas que, según lo que sabía, eran recientes y parecían dolorosas. Me estaba preocupando mucho por ella, tenía mucho en qué pensar y no iba a aceptar ayuda por nada del mundo, porque así era Marcy, terca como nadie lo era, pero también sensible a todo y muy inestable en cuanto a su autocontrol. Tenía miedo de que pudiera hacerse algo malo. No voy a mencionar qué, porque me lastimaba mucho la idea de que pudiera pasar por su cabeza. Quería seguir preguntando, ¿pero qué preguntar cuando tu mejor amiga te dice que tu novia está mal? ¿alguna vez alguien pasó por eso?  ¿por qué con ella, si no se lo merecía?
  

   «Anne, ¿estás ahí?»

   «¿Anne?»

   Yo ya no tenía tiempo de responder, me había levantado, mi celular estaba en casa, y yo viajando a casa de Marcy para aclarar las cosas.

Flores rojas - Marcanne ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora