VI

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Mi madre se puso muy mal al escuchar la noticia, al punto de escribirme cada ciertas horas para preguntar si se algo de él. Le he dejado varios mensajes a mi padre, con la esperanza que un día de estos me responda. No pierdo la fe en que todo será mejor, que son pruebas que debemos superar.

Tomo a pelusa y la cargo para llevarla a donde está su comida. No se porque siempre me viene a buscar para ir a comer. Su plato no se mueve de sitio. La pongo en el suelo y lo acaricio para después verla comer. Me quedo a su lado parada y me estiro. He pasado cuatro horas seguidas sentada y ya no soporto más. Tomo mi teléfono y veo un mensaje.

Hey, cielo ¿Qué haces? ☁️🥰

Si, ya lo sé. Llevamos hablando dos semanas y no nos conocemos en persona, pero eso no quita el hecho de que nos hablemos con cariño. Sonrío ante esa respuesta.

El apodo cielo, es mío, no tuyo.😠❤️

Pues solicito permiso para usarlo también🤭

Permiso concedido por pedirlo amablemente🥰😂

Gracias cielo ¿Y qué haces? 👀

Acabo de terminar de salir de clases🥲

¿Ya no tienes más?😦

No ¿Por qué?🧐

Hagamos videollamada😳

Ñan, esta bien, cielo😦

¿Segura qué está bien? No te siento convencida.

Si, es que me da weba arreglarme😝

Videollamada entrante.

Nate U

Les juro que lo voy a matar. Corro a mi cuarto y me suelto el cabello pasándome los dedos en él para que se ordene un poco. Me saco la camiseta de tres días y me pongo una negra que se ajusta a mi cuerpo.

Idiota. No me puede hacer esto.

Me siento y presiono el botón de responder. Lo primero que veo es una gran sonrisa de él, mientras que yo me termino de peinar el pelo con mis dedos aún.

Como si no existiera el peine.

—Gracias por avisarme —Doy más enfoque en la última palabra.

—De nada —Se tira una pequeña carcajada y yo entorno los ojos.

—Mejor al natural señorita, si usted es bonita —No lo sé.

—Es difícil decir eso siempre.

—No es difícil, eres bonita y punto —Ash, lo odio.

—Díselo a mis inseguridades.

—A ver Ken —Se me viene una buena— No hay porque ser insegura, obviamente tampoco ser egocéntrica, pero creeme que eres hermosa, no debes dudar de eso —Mis ojos se clavan en él mientras hace ademanes para explicarme—, si alguien dice lo contrario es porque es envidioso, eres linda y punto.

—Gracias por la terapia caballero —Nos reímos al unísono.

—Debería de sumarme puntos ¿Unos cien?.

—¿Te los autopones? —Digo sorprendida.

—Si señorita, me los merezco —Menciona acomodándose la camisa roja. Me saca una sonrisa que llegaría al cielo.

—Hay cielo, eres especial —Al momento de decirlo abro los ojos y me tapo la boca.

—Me llamaste cielo —Una amplia sonrisa se dibuja en su rostro.

24 de febreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora