24 de febrero

XVIII

Capítulo III: No mentía, nunca seríamos. Era el final.

XVIII

Pasó una semana más. Fui paciente en todo momento y ahora no pienso aguantar más. Quiero que esto acabe. No hemos vuelto a hablar del tema y el hecho de creer que solo estoy hablando con una pared me preocupa. Se que me quiere, pero yo no lo siento.

Hoy es mi primer día como pasante y me encuentro a Ava en el lugar. Ella trabaja como asistente de administración y yo en el área de comunicaciones. Me sorprende lo pequeño que es el mundo. Al menos tengo a alguien conocido y se que me lo pasaré a lo grande.

Yo estaré desde casa trabajando pero vendré dos días a la semana a la oficina. Los miércoles y los viernes y hoy es viernes. Este día estaré por la mañana y los demás por la tarde, me emociona esta aventura. Primero me explican lo que implica el trabajo y lo que haría dentro de la institución que básicamente es hacer el contenido de redes sociales de la universidad.

Al salir, me siento feliz y quedamos con Ava de ir a comer al burguer. Al llegar al lugar, por desgracia al primero que veo es a Alex. Justo la persona que menos quería ver.

—Hola —Me saluda y sonríe.

—Hola —Le respondo seria— Ella es Ava —Inicio presentando y ellos terminan.

—¿Comemos juntos? —Pregunta y por instinto afirmo moviendo la cabeza de arriba a abajo.

Al instante me arrepiento porque no era lo que yo quería. La siguiente hora la pasamos hablando de cualquier cosa. Nos reímos y trato de recordar lo que me hizo para que no me caiga bien al cien por ciento y para ser consciente de su coqueteo (ahora tranquilo) hacia mi.

—Tengo que irme —Dice Ava—, ya vinieron por mí —Se levanta sin que me deje responderle, me da un abrazo, un beso en la mejilla y se despide de Alex moviendo la mano en el aire— Nos vemos.

Y sale corriendo como si le dijeron en el momento más indicado que se fuera. Me dan ganas de gritarle y regresarla aquí, pero no puedo y debo soportarlo un rato más.

—¿Cómo estás? —Tira él.

—Bien, en lo que cabe ¿Y tú?

—Bien, quiero disculparme por como me comporte —Gracias, digo en mi interior—, no debí ser así de insistente, pero no sabía que tenías novio —No es mi novio y nunca lo será. Nunca.

—No tengo —Le digo con la verdad.

—Entonces por qué...

—Me sentía cansada y tenía que encontrar la forma de alejarte.

—Ouch —Caigo en cuenta lo cruel que sonaron mis palabras, pero se siente bien, se siente demasiado bien decirlas. Ya que no puedo decirselas a quién le corresponden— ¿Entonces no estás enojada?

—No —Le doy mi sonrisa más falsa.

—Quiero hablar seriamente contigo. Me gustas demasiado y se que hice las cosas mal, pero nos podemos conocer —Levanto las comisuras de los labios rogando no ponerme roja por sus palabras. No es que me importen, pero no todos los días alguien te confiesa lo que piensa de ti—, claro si estas dispuesta.

Otros me desean y me quieren a su lado, pero no él.

Esto duele.

—Bien, podemos ser solo amigos. Solo te pido que no te ilusiones muy rápido. Me gustaría conocerte antes y no subas nada de nosotros sin mi permiso.