8. una motocicleta dice más que mil palabras

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Al día siguiente se levanto temprano, antes de que se pusiera el sol, salió a fumar un cigarrillo y a revisar por ultima vez la motocicleta, mientras esperaba que cierta chica de ojos verdes apareciera.

—Quedo increíble.

—Así es, para ser honesto, no me imagino a tu padre montado en esto...

—Bueno, creo que fue suya cuando tenía la edad de Maggie, así que... ha pasado mucho tiempo. ¿Estás seguro de que está bien? Digo, recuerdo que las motocicletas eran bastante ruidosas, nuestra vieja pick up lo es, y con los caminantes allá afuera.

—Esta bien, la desarme y me asegure de limpiar perfectamente bien las piezas, casi no hace ruido, al menos no para atraer a un grupo grande... por otro lado si tienes miedo...

Sintió como Alicia le dio un golpe en el brazo antes de pasar.

Se acerco a la motocicleta y por un instante se sintió como un adolescente otra vez, con una moto y una linda chica detrás de él.

—¿Necesitas un casco?

—¿Bromeas? ¿Y perderme que el viento choque con mi cara?

Daryl soltó una risita.

—Bien, detrás de ti esta la agarradera, o... puedes sostenerte de mí, como quieras.

El motor rugió lo suficiente, la vibración recorrió su cuerpo entero, se sentía bien volver a estar sobre esas ruedas. Antes de arrancar, sintió unas manos temerosas colocarse sobre sus caderas, soltó otra risita y arranco.

Salieron por el granero, Daryl echo un rápido vistazo a la entrada para asegurarse de que no le había arruinado la sorpresa a William y se desvió a la carretera.

—Podemos llegar al puente que esta como a diez kilómetros y volver.

La voz de Alicia le hizo cosquillas en la mejilla.

—Bien.

Daryl aprovecho y acelero un poco más, la risa que escapo por la boca de Alicia se hizo parte del viento.

Estaba disfrutando del viaje, la motocicleta respondía bien y el estaba cómodo, solo pensaba en como a Will podría encantarle; en el camino un caminante salió de los bosques, y Daryl se aseguro de acelerar y perderlo, no logro acercarse mucho, pero fue suficiente para recordarle en que clase de mundo vivían ahora.

Al llegar al puente Alicia se bajo sola y se peino un poco, su cabello se había esponjado.

—Vaya, eso estuvo increíble, y la moto suena muy bien, hiciste un gran trabajo.

—No estaba tan mal.

—Bueno, pues yo no hubiese sabido que hacerle, así que toma un poco de crédito por eso.

Daryl soltó una risita y se recargo en el puente.

—Solía haber un arroyo que pasaba por debajo, me encantaba venir, en verano había un cerezo, florecía de manera hermosa y las hojas caían al arroyo y se veía como... magia.

Un atisbo de sonrisa se posó en sus labios.

—Se escucha muy bonito.

—¿Entonces te arreglaste con William?

—Si, segui tu consejo y fui a disculparme con el anoche... creo que nunca he hablado tanto en mi vida.

Eso le saco una sonrisa a Alicia.

—Me alegro, las cosas que valen la pena merecen el esfuerzo, y tu relación con tu hijo merece toda la pena.

—Gracias, por cierto.

SAVED BY A STRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora