33. esperanza

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Al día siguiente, Will despertó junto a Edward.

Por fin volvieron a dormir juntos, después de tantas semanas, Will había podido abrazarlo y dormir a su lado sin ninguna otra preocupación.

Decidieron quedarse todos en una sola casa después de que la fiesta terminara, Rick los convenció de que era lo más seguro pues no conocían aun a los habitantes de Alexandria.

Así que tuvo el placer de ver a su rizado despertar.

—Buenos días, cariño.

Edward le sonrío.

—Hola.

—¿Dormiste bien?

—De hecho, sí.

—Que maravilloso. ¿Tienes hambre?

Escucharon un ruido, y luego vieron la figura de Daryl pasar.

—Buenos días.

—Hola papa. ¿Vas a salir?

Su padre se detuvo en la entrada de la casa.

—Pensaba traer conejo para el desayuno.

—Okay ¿quieres que vaya contigo?

Daryl les sonrío con suavidad a ambos y negó.

—No, quédense aquí, descansen un poco más, no creo tardar.

Will sonrío.

—Bien, cuídate.

—Nos vemos más tarde, Will, Ed.

Edward ladeo la cabeza, sorprendido y se despidió.

Will soltó una risita.

Su rizado lo miro, y mientras ambos estaban acostados en aquella colchoneta, se permitieron soñar un poco más.

Edward paso la mano a través del cabello de Will.

—Tu cabello... no me había dado cuenta de cuanto ha crecido.

—¿Lo ha hecho?

—Si, tendremos que cortarlo o comenzaras a verte igual a tu padre.

El ojiazul cerro los ojos mientras sonreía con incredulidad.

—Ni lo menciones.

Le saco una risita a Edward, y eso le dio otra idea.

—¿Qué te parece si probamos las duchas hoy? Te dejo cortarme el cabello... y después tomamos un par de libros que esta estirada gente tenga por ahí, y pasamos el día tú y yo.

El momento se quebró, Will lo noto en el segundo que Ed dejo de sonreír

—Hey, ¿dije algo mal?

Edward volvió a mirarlo, se sintió como volver a respirar.

—Después de todo lo que ha pasado... ¿Quieres estar conmigo de esa forma?

Will entendió.

—No hasta que tú te sientas listo, no voy a presionarte para que pase nada, pero si tenemos la oportunidad, por supuesto. El baño en realidad, lo ofrecí para cuidar de ti, para ayudarte a relajarte, como algo lindo ¿entiendes?

Cuando asintió, Will beso su frente.

—Está bien, suena bien.

—Bien, iré a preparar todo, te veo en la habitación.

֎

Daryl había vuelto a Alexandria al atardecer, justo a tiempo para la fiesta de bienvenida que James había mencionado en repetidas ocasiones.

SAVED BY A STRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora