58. el juego final

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Will entrenaba todos los días, a veces por su cuenta, a veces rodeado de su familia.

Los círculos de duelo se habían vuelto sus favoritos.

Se movía con agilidad y gracia, evadiendo los ataques de Edward, James, Alicia, Enid.

Incluso los de su padre.

Y es que cuando todo el mundo regresaba a sus actividades y el aún tenía una pizca de adrenalina que quemar, Daryl lo tomaba por sorpresa, ya fuera cuerpo a cuerpo o con los maderos que simulaban sus dagas, lo hacía moverse hasta que alguno de los dos quedaba inmóvil contra el suelo.

Fue gracias a uno de esos duelos contra su padre, que obtuvo por fin su propia motocicleta.

Pero la verdadera sorpresa llego cuando Rick los asigno a ambos a dirigir la horda para el ataque.

Los preparativos llevaban semanas, el que Negan no hubiese contraatacado Alexandria después de que se enterara que Maggie estaba viva y era la líder de Hilltop, y que incluso el Reino y Alexandria se habían aliado, fue la respuesta a una pregunta que nadie se atrevía a hacer.

Irían a la Guerra.

Así que mientras él pasaba todos los días entrenando sus habilidades, otros los pasaban preparando sus armas, fabricando balas e instalando defensas para los vehículos.

Cada vez que su padre salía, Will sabía perfectamente a donde iba.

Aunque le había pedido que no le comentara nada, la alianza con Dwight era un amargo pero necesario recurso.

Sin embargo, en los escasos momentos en los que él o su familia no estaban entrenando o preparándose para la pelea de sus vidas, Will tomaba y disfrutaba los breves y maravillosos momentos que su entorno le regalaba.

Como la vez que su padre perdió una apuesta contra él y en pago, tuvo que llevar una coleta por todo un día.

O la vez en la que vio a Andrew yendo a casa de James con una botella de vino, y disfruto ver la cara de su amigo casi llegar al punto de ebullición al ser descubierto.

O cuando tras escuchar alboroto en la armería, casi interrumpe un momento bastante intenso entre su padre y Alicia.

Y sin lugar a duda, su favorito del momento, presenciar el inicio del segundo trimestre del embarazo de Maggie, ver a su sobrino ya no con la forma de una legumbre, sino como un pequeño bebé aun en desarrollo, les recordó a todos por qué estaban ahí, porque lucharían.

Aquel bebé era todo.

Era el futuro.

Era él.

֎

—Si todo se va al carajo, quiero que salgan de ahí, tomas a tus hermanas y corres.

—Will, Alicia ya me dio esta charla y me dijo que solo me preocupe por Maggie...

—No dejamos a nadie atrás Edward, las tomas a ambas y corres.

El rizado suspiro.

—Si no... si no puedes llegar a Maggie solo asegúrate de que este a salvo, y corre.

—¿A salvo en medio de un tiroteo? ¿Te estas escuchando?

—¡Solo vuelve a mí! Carajo...

Will se dejó caer en la cama, rendido, llevaban desde aquella tarde discutiendo, estaba ansioso, empezarían desde muy temprano en la mañana, los Greene irían directo al Santuario mientras que él...

Gruño.

—Esto es estúpido, le diré a papa que vaya solo, que yo... Iré con ustedes por si necesitan un refuerzo.

SAVED BY A STRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora