4. alucinaciones o recuerdos.

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Estaban por cumplir una semana en la granja de Hershell.

En esa semana, Rick y el habían salido a buscar a Sofia más de una vez, apenas comía y hablaba con Will para asegurarse de que estuviera bien, volvía a los bosques.

Cuando volvió de la búsqueda, observo a Rick ir directo a su familia, el quería hacer lo mismo, pero antes paso a la casa a ver a Carol.

Ella estaba en la cocina.

—Lo siento, no encontramos nada...

—No sigas haciendo esto.

Daryl se quedó quieto y callado.

—No quiero que sigas yendo y viniendo, tu hijo te necesita.

—Él está bien, se está recuperando.

—Si, pero tu deberías ver cómo es ese proceso, como padre, estar ahí para motivarlo, animarlo y...

—Carol, te respeto, pero no me vas a decir como ser una figura paterna con mi hijo de dieciocho años, no ahora que te estas rindiendo en buscar a tu propia hija.

Ella se quedó callada.

—La encontrare, ella sigue allá afuera, lo creo de verdad, te dije que la encontraría y la traería a ti.

—Lo se Daryl pero...

—¡Pero nada! Maldición.

Daryl estaba sintiéndose tan impotente, tan inútil, que salió de la casa y fue directo a los establos, ensillo a un caballo y lo monto sin mayor dificultad, salió de ahí a paso firme, directo a los bosques, encontraría a esa niña antes de que se ocultase el sol, o no regresaría.

En cuanto llego al bosque disminuyo su galope, los muertos aún estaban por ahí, tenía que ser sigiloso. Desde esa altura podía ver más lejos, mejor, quizá debió haberle comentado a Alicia que lo acompañara, su vista le sería útil en ese momento, pero ya estaba ahí, determinado a encontrar algo, lo que fuera.

Las rosas cheroqui lo atormentaban entre los arbustos, recordándole su promesa, su estúpida esperanza, siguió avanzando con el caballo entre los árboles cuando creyó ver una sombra en la lejanía, pensó en gritar, pero justo antes de hacerlo, el caballo relincho, se paró en dos patas, y logro derribarlo, el golpe hubiese sido lo único sino hubiese estado al borde de un risco, cayo entre la maleza, humedad, ramas y sintió su cuerpo quemar cuando algo se le enterró en un costado, de un momento a otro, algo rígido le golpeó la cabeza, y todo se puso entre tonalidades de rojo y negro.

Se desvaneció pensando en que las hojas de los árboles eran del mismo color que un par de ojos preciosos, y que los rayos del sol podían confundirse con la sonrisa de su hijo.

֎

En la granja al medio día, William estaba terminando de desayunar cuando Edward paso por su habitación.

—¿Cómo estas hoy?

—Ocho de diez.

Edward inmediatamente abrió los ojos y se aproximó rápidamente a el, le tomo el rostro y escaneo sus pupilas, bajo sus dedos a su cuello y Will sintió su propio pulso contra sus dedos, fue hasta que le comenzó a levantar la camisa para escanear la herida que rompió a reír.

—Era una escala de mejora Ed, una realmente buena.

—¡William! Dios, casi me matas del susto.

—Lo siento, es que... No sé, no sé qué estaba pensando, creí que sería gracioso, perdona.

Edward suspiro y se sentó al borde de la cama con él.

—Serias un pésimo doctor.

Ambos rieron a eso, entonces Will lo miro.

SAVED BY A STRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora