13. una nueva luz

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Después de unos minutos, Daryl se separó de su hijo y se acercó a su amigo.

—¿Rick?

El hombre estaba en shock.

La bebé seguía llorando.

Escucho que Hershell pedía a Carl que se acercara, el niño lo hizo despacio.

—¿Tenemos algo que pueda comer?

—La buena noticia es que se ve sana, pero necesitamos conseguir formula, y pronto o morirá.

Eso hizo que Daryl se concentrara.

—Absolutamente no, no perderemos a nadie más, iré a ver que puedo conseguir.

Alicia dio un paso al frente.

—Yo te acompaño.

Maggie y Glenn la siguieron.

—Nosotros también vamos.

—Bien, vayan por un auto, William, Edward ¿pueden venir un segundo?

Ambos chicos se acercaron, con un semblante decaído.

—Rick no está en condiciones, ¿pueden encargarse de Carl?

—Por supuesto.

—Gracias, y cuiden de la bebé mientras no estamos ¿sí? Quédense cerca de Hershell.

—Cuídate, papa.

—Volveremos pronto.

Cuando se reunió con los demás, se encontró con un problema nuevo.

—Hemos ido a revisar las tiendas cercanas antes... ya no queda nada.

—¿Saben de algún otro lugar?

—Hay una especie de estancia a unos kilómetros...

—Solo puedo llevar a uno.

Alicia prácticamente fue directo a la moto.

—Glenn y Maggie se quedan a cargo.

—Okay.

—¿Me abres la puerta, compañero?

Glenn fue hacia allá mientras Daryl subía a su moto con Alicia ya ahí.

—No tardaremos.

—No, no lo haremos, esa bebé estará bien.

Arrancaron y salieron de la prisión con el atardecer a sus espaldas.

Cuando llegaron a la estancia, Alicia rompió una ventana mientras Daryl hacia guardia, luego él entro y juntos registraron el lugar, Alicia parecía saber exactamente lo que hacía, metía ropa y pañales a su mochila, dejando espacio para lo que habían ido a buscar. Mientras tanto, Daryl veía las cunas vacías que estaban en la estancia, le dieron escalofríos, giro su vista a un muro lleno de manualidades, manos de diferentes tamaños tenían nombres de niñas y niños.

En uno de ellos se leía "Sofia"

Aparto la vista.

—Eureka.

Daryl se giró a una alacena en la que había cuatro botes de formula, sonrió pensando en que aquella bebé lo lograría.

Escucho un ruido detrás de él, y se giró por instinto, Alicia estaba por abrir esa alacena, así que lo hizo lentamente.

Una zariguella les siseo por molestarla.

Daryl fue más rápido, y le clavo una flecha.

—Hola, cena.

SAVED BY A STRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora