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Dicen que el miedo es una emoción natural y que de hecho, es algo que tenemos en común con los animales. El miedo se presenta cuando experimentamos situaciones desagradables o intensas. Cuando estamos siendo custodiados por alguna travesura que sí cometimos o cuando estamos viendo una película de terror. El miedo hace parte de nuestras vidas. El miedo siempre estará ahí.

Pocas veces experimento esa emoción natural; pocas veces tuvo miedo. Le encantaban las películas de terror y siempre se hacía responsable de sus travesuras. Nishimura Riki se consideraba a sí mismo como una persona valiente que no se detenía ante el miedo. Sin embargo, ver a Kang Taehyun frente a él lo puso a temblar. Imaginaba por qué estaba ahí en su casa. Imaginó muchos escenarios, pero nunca recreó uno semejante a este y no es porque no fueran cercanos, porque de hecho, Ni-ki y Taehyun eran cercanos.

Tenían en común a Beomgyu y a Sunoo y aunque parecía a veces poco creíble, Taehyun apreciaba a Ni-ki, así como Ni-ki también apreciaba a Taehyun.

―¿Estás solo en casa? ―. Preguntó Taehyun con cierta tranquilidad.

―No, Eunchae está en su habitación, pero mi papá y su novia están de viaje.

Taehyun movió su cabeza a modo de asentimiento y le entregó a Ni-ki una cajita con donas glaseadas que había comprado antes de ir a verlo. Ni-ki se sentía terrible. No quería ni siquiera recibir la caja, pero Taehyun la dejó sobre sus manos. Se hizo a un lado y lo dejó pasar hasta el interior de la casa. No era la primer vez que estaba ahí; de hecho, solía frecuentar la casa de los Nishimura porque Beomgyu y Sunoo siempre hacían planes sin consultar al dueño de la casa.

Nishimura le hizo señas a Taehyun para que caminara con él en dirección al despacho de su padre. No confiaba en Eunchae y sabía que tarde o temprano se involucraría en la conversación. El despacho de Yuto estaba repleto de libros de economía, filosofía e incluso de fantasía. Era un amante de la lectura y la literatura gótica. Muchos títulos llamaron la atención de Taehyun, pero no estaba ahí para pedirlos prestados, sino para tener una conversación muy necesaria con el japonés.

―Tae, sé por qué viniste a verme ―. Habló el chico con un tono quedito ―. ¿Estás enojado?

Taehyun se mantuvo en silencio por algunos minutos que parecieron torturar la cordura de Ni-ki. Quería analizar sus expresiones. Quería evaluar su discurso y por supuesto, quería leer su lenguaje corporal. Ni-ki no era una mala persona, estaba muy lejos de serlo. No dudaba del cariño que él le tenía a Beomgyu; era consciente de que lo quería y pedirle que retirara esos sentimientos sería completamente tonto, especialmente cuando Ni-ki había llegado primero a la vida de Beomgyu.

Suspiró pesado y negó.

―Lejos de estar enojado, estoy preocupado por ti ―. La ansiedad se atascó en la garganta de Ni-ki ―. Entiendo lo que puedes estar sintiendo y te prometo que no he venido aquí a juzgarte. Tampoco pienso hablar de esto con otra persona, ni siquiera Beom lo sabrá.

El japonés bajó su cabeza y sintió el picor en sus ojos. Ya era bastante duro pensar que se estaba enamorando de su mejor amigo. Ya era difícil imaginar que se acabó todo el amor que sentía por Sunoo. Había estado enamorado de él por tanto tiempo. Tuvieron una relación de cuatro hermosos años y de la nada ¿Todo se acabó?

―Estoy asustado, Taehyun ―. Entonces la primera lágrima cayó ―. Sé que puedo lastimar a muchas personas y no sé que hacer.

―¿Qué sientes por Beomgyu?

Esa pregunta era tan sencilla de hacer, pero tan compleja de responder. Admitir delante de Taehyun que le gustaba su mejor amigo era tan espantoso. No imaginaba lo incómodo que podía ser para él que otra persona dijera cosas de su novio. Pero Taehyun fue honesto cuando le dijo que no estaba enojado. Confiaba en Ni-ki y jamás podría sentirse inseguro.

Young boys || TXT & ENHYPEN ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora