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―¿Qué tienes? ―. Preguntó el japonés caminando junto a su mejor amigo ―. No has cambiado esa cara desde que te fui a buscar.

―Me hiciste vestir extraño ¿Por qué tengo que usar traje? ―. Se quejó el chico ―. Además, me trajiste al vecindario de Tae ¿Y si lo veo haciendo algo que no me gusta?

Nishimura rodó los ojos y negó como si su amigo no tuviese remedio. Hace poco menos de una hora lo había ido a buscar con la excusa de que lo llevaría a un lugar especial para que se animara. Lo cierto era que Beom no tenía muchas ganas de salir y Ni-ki lo convenció a las malas y quizás también le ofreció algunos regalos que probablemente no le pagaría en mucho tiempo. Aquel par se detuvo en una casa que era muy conocida para ambos. Las luces estaban apagadas, pero Beom tenía una sensación extraña en el estómago y esas ganas inmensas de llorar.

¿Qué era más importante para Taehyun? ¿Estar solo en su casa o pasar tiempo con su lindo novio? Beom sintió como su pecho se contraía y la primera lágrima rodó por su mejilla.

―Nini ¿Hay algo malo conmigo? ―. Preguntó a su mejor amigo casi al borde del llanto.

Ni-ki no soportaba ver a Beomgyu llorar, así que luego se lo cobraría a Taehyun. Se acercó a él y limpió sus lágrimas con sus dos manos.

―¿Qué podría haber de malo contigo, Beomie? Eres la persona más genial que conozco ¿Si? Yo existo gracias a ti.

―Por supuesto, en mi vida pasada fui una mujer llamada Florencia que se casó con tu papá ―. Si comentario tonto hizo reír a Ni-ki.

―Nunca vas a superar a mi papá, es mejor que lo acepte.

Beom negó y seguido se acercó para tomar la mano de Ni-ki; no lo decía en voz alta, pero estaba agradecido por todo lo que el japonés hacía por él. Sabía que una de las razones por la que lo había sacado de su casa era para que hablara con Taehyun. Caminaron juntos hasta el picaporte y tocaron el timbre. Beom se llenó de nervios cuando escuchó los pasos acercarse, más aún cuando sintió que Ni-ki soltaba su mano. Se giró a verlo con el pánico reflejado en su rostro, pero en su lugar, su mejor amigo le regaló su mejor sonrisa.

―Eres lo más lindo del mundo y no te preocupes por nada, solo sé tú mismo.

Besó su frente y se alejó de la entrada. Beom sintió como su corazón latía apresurado. La puerta fue abierta y el rostro de Jaebeom fue lo primero que vio. Se sintió un tanto decepcionado, ya que él esperaba que fuese Taehyun quien lo recibiera. Extrañamente, su suegro se veía muy elegante.

―Bienvenido, Beom ―. Incluso su discurso era diferente al de siempre ―. ¿Puedes acompañarme?

―Si... Claro, suegro...

Frunció el entrecejo, más no dijo nada más. Se dejó guiar por la mano de su suegro hasta el final del pasillo; s detuvieron en la oscura salida al patio trasero. Beom se preguntaba por qué todo estaba tan oscuro en aquella casa que siempre irradiaba luz. Se sentía nervioso.

―¿Y Tae? ―. Preguntó.

―Te está esperando al final, ten cuidado de no tropezar.

Antes de que Beom pudiera pedirle explicaciones a Jaebeom, este desapareció rápidamente por el mismo pasillo. Beom odiaba la oscuridad, pero amaba a Taehyun, así que sus miedos no eran más fuertes que sus sentimientos. Se ajustó su bonita camisa blanca que Ni-ki había planchado con tanto amor y arregló algunos mechones sueltos de su cabello. Puso un pie en la húmeda hierva del patio trasero y de pronto, unas pequeñas velas se encendieron hasta iluminar un camino lleno de bonitos pétalos blancos.

―¿Qu-Qué es esto?

Un pequeño apretón en su estómago liberó las mariposas que había estado ocultando desde hace varios días ¿Era por esto que Taehyun estaba tan extraño? ¿Era por eso que Ni-ki quería traerlo? Claro, debió suponerlo ¿Cómo siquiera llegó a pensar que Taehyun ya no lo quería más? Levantó sus comisuras y negó para sí mismo. Al acercarse un poco, descubrió una pequeña mesa decorada con un mantel blanco, copas de champaña, una cubeta con hielo y una botella ahí adentro. Además de eso, habían dos sillas y un ramo de rosas.

Young boys || TXT & ENHYPEN ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora