Young boys || TXT & ENHYPEN ✅

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Un suspiro pesado abandonó sus labios y una expresión de desagrado acompañaba su rostro. No era el más feliz con la presencia de Eunchae, pero no tenía muchas opciones. Ella parecía saber algo que él no estaba seguro y no quería que hubiesen malos entendidos. Ni él mismo sabía cómo explicar lo que había determinado hace apenas unos días.

¿Gustaba realmente de Beomgyu? No estaba seguro, pero no negaba que su mejor amigo lo hacía sentir confortado. Le gustaba mirarlo, escucharlo y hacerlo reír. Beomgyu le daba todo el amor que él necesitaba. Pero ¿Eso significaba que estaba enamorado de él? La sola idea le asustaba mucho porque sabía que si eso pasaba, las cosas terminarían muy mal. Eunchae lo observaba en silencio, adivinando que Ni-ki buscaba poner en orden todas sus ideas. No se llevaba bien con él y tampoco quería hacerlo del todo, si estaba ahí, era porque sabía que Yuto quería hacer las paces con su hijo.

Ella no era tonta, ver a Ni-ki en la universidad cerca de Beomgyu le hizo atar muchos cabos. Lo miraba diferente de un momento a otro y tenía la vaga idea de que quizás estaba confundiendo las cosas. También conocía a Sunoo y toda la historia ur vivió con Ni-ki. Ella pensaba en lo bien que se veían juntos. Eran una pareja estable y confiaba en que Sunoo amaba genuinamente al japonés. No sabía las razones por las que habían terminado, pero si de algo estaba segura, era que Sunoo había asumido toda la responsabilidad.

―¿Podemos acabar con esto de una vez? Tengo cosas que hacer en un rato.

―¿Quieres algo de tomar? Yo invito ―. La pelinegra le mostró una tarjeta de crédito entre sus manos.

―Te odio ―. El chico le dedicó una mirada receloso ―. Aceptaré que me invites algo solo porque es el dinero de MI papá.

Eunchae levantó sus comisuras y negó divertida. Para ella también fue difícil entender que su madre rehacería su vida con un nuevo hombre. Pero al menos estaba feliz de que él la quisiera. No estaba interesada en su dinero, ni en los lujos, mucho menos en poseer su apellido. Ella tenía un papá y lo amaba a pesar de que ya no vivía con su madre.

―Nishimura, no voy a robarte a tu papá ¿Podrías entender eso?

―No lo sé ¿Por qué debería creerte? Un día llegaste a mi casa y ya no quisiste salir.

La fémina rodó los ojos luego de escuchar sus palabras ¿Los hombres eran así de tontos o solo Ni-ki lo era?

―Mi madre tiene mi custodia, iré con ella a dónde sea y además, tu padre me parece una buena persona.

―Claro, porque te da dinero y una tarjeta de crédito para invitar a tus amigas de compras y al cine.

―No tengo amigas y no creo en la amistad para toda la vida, así que no. Es la primera vez que usaré esta tarjeta ―. Su confesión se escuchó normal, pero para Ni-ki fue diferente ―. Siéntete afortunado, eres el primero con el que uso este absurdo regalo.

¿Qué se sentirá no tener amigos? Nunca se había percatado de lo solitaria que podía ser la vida para algunas personas. Él era afortunado en cada aspecto de su vida. Tenía un padre que lo consentía en todo, amigos que lo adoraban y un mejor amigo que estaba dispuesto a dar la vida por él si fuese necesario. Eunchae parecía ser similar a él. Sus padres se habían divorciado, pero ella no tenía amigos con los cuales pudiese compartir su dolor. No tenía un mejor amigo con el que pudiese hacer pijamadas.

Se sintió mal y se vio a sí mismo como una persona horrible.

―Por favor, no quiero tu lastima ―. Soltó en burla ―. Estoy bien, no necesito tener amigos para ser feliz.

―Los amigos son importantes ―. Aplanó los labios ―. Tener un mejor amigo es como haber ganado un boleto de lotería sin haberlo comprado. Es como tener tu propio consejero personal y lo mejor es que no te cobra y te recompensa con recuerdos invaluables.