10: Pulsera color rojo...

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La chica tenía el ceño fruncido mientras caminaba por las calles, iba camino a su casa, en esta ocasión Tom no había podido acompañarla por problemas en el estudio de ensayo, pero prometió verla después, agradecía que hoy fuera viernes, porque sabía que podía quedarse con su amado todo el día durante todo el fin de semana.

Aun así las demás personas no desaprovecharon la oportunidad de que ella estuviera sola y en una esquina donde se encontraban un grupo de chicas, estas la miraron mal e incluso la empujaron levemente pero con malas intenciones.

-¿No sabes que Tom esta contigo solo por lastima?- las chicas comenzaron a gritarle una por una turnándose para la acción.

-¡¡Dios es tan cierto!! El solo tiene pena por ti, no significas nada para el, nosotras somos mejores pero el no lo quiere ver- ante tal comentario Hanna abrió los ojos de par en par, nunca en su vida había sentido esa combinación de furia y tristeza tan intensamente, sentía que iba a vomitar su corazón literalmente, su cara ardía y sus puños dolían por lo fuertemente cerrados que estaban.

Quería voltear e ir hacia esa chica, quería golpearla en ese mismo lugar, pero ella no es así, y principalmente no iba a rebajarse ante tal comportamiento inmaduro de parte de la otra chica que se reía con burla junto a las demás chicas que estaban ahí, mirándola con envidia.

Le sobraron las ganas de darle su merecido a esas tipas pero no lo hizo, no quería meterse en problemas por agresión, después de todo pronto se tragarian sus propias palabras cuando sus sesiones fotográficas salgan a la luz, verán que ella en realidad si vale la pena y que es mucho mejor que ellas.

Llegó a su casa, cerró la puerta recargandose en esta y dejándose caer al piso mientras suspiraba con estrés, odiaba la escuela, bueno, esa escuela, haría lo que fuera para entrar a otra, pero sabía que no podía, lo que la estresaba más.

No quería volver nunca más, pero tenía que hacerlo, tenía que seguir con sus estudios para tener un buen trabajo en el futuro y no depender de nadie como lo hacía ahora de sus padres.

Su teléfono vibrar la despertó de todos sus pensamientos, al ver el nombre en la pantalla cambio su expresión facial automáticamente, contesto rápidamente, mientras se acomodaba en el sofá.

-Hola, preciosa, ¿Ya saliste de la escuela?- a la chica le estresaba la idea de tan sólo pensar en la escuela pero cuando el le preguntaba era diferente.

-Hola, lindo, si ya estoy en casa ¿Vendras a verme no?-

-Claro, paso por ti en 30, te llevaré a un lugar especial, así que ponte hermosa, te amo-

°Te amo...°

Esa palabra ninguno de los dos la había dicho, nadie tuvo el valor hasta esa ocasión pero el ni siquiera la dejo dar una respuesta a cambio, simplemente corto la llamada dejándola confundida y con todas las mariposas volando en su estómago.

Estaba muy sonrojada, subió corriendo a su habitación y con emoción comenzo a vestirse para la salida, pues después de tanto tiempo incomunicada de el, les hacía de ayuda tener salidas en privado.

Terminó de arreglarse antes de lo previsto para salir, así que solo se recosto en el sofá para esperar al guitarrista, se abrió una cuenta de redes sociales desde que su sesión fotográfica anterior fuera un éxito.

Su cuenta también lo era, tenía muchos seguidores y solo tenía 2 publicaciones que también eran un éxito en todo el mundo, personas de países que incluso ni conocía la seguían y comentaban cada publicación de ella.

Tuvo varias solicitudes de otras empresas en el modelaje, pero ya había firmado con una y no podía romper el contrato sin ni siquiera una sesión fotográfica, además ninguna de las demás pagaba tan bien como esta, la cual su primera paga ya se le había dado, por el simple hecho de adquirir el trabajo.

𝐓𝐫𝐚𝐢𝐭𝐨𝐫 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 • 𝓣𝓸𝓶 𝓚𝓪𝓾𝓵𝓲𝓽𝔃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora