capítulo 11.

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Sus vacaciones habían terminado. No extrañaba esto. Su espalda volvía a tener ese dolor en la parte baja, estaba matándolo. Odiaba que su espacio de trabajo fuera tan pequeño. ¿Quizás el antiguo lavaplatos habría sufrido lo que él? ¿O él era el único enorme que no cabía? Bufó.

Tuvo que aguantar todo hasta su descanso, tuvo qué. El receso dio inicio luego de una pesada mañana, había estado casi repleto de platos, vasos y cubiertos como no recordaba antes, para su fortuna o desgracia el restaurante comenzaba a tener cierta popularidad.

Abrió el envase con cuidado revelando su almuerzo. Su estómago pareció rugir con desespero, demostrando lo impaciente que estaba por probar aquel almuerzo. Sin esperar más sacó los cubiertos de su mochila, empezando a casi devorar su comida.

Hasta que una voz lo interrumpió a sus espaldas.

― Hola, es bueno tenerte de vuelta, Min. ― Saludó con una de sus suaves sonrisas.

Minho colocó le la tapa al envase de color blanco con flores pintadas por el mismísimo Seungmin. La escondió en su mochila aunque no haya terminado de comer y se muriera de hambre. Le daba vergüenza comer frente a otras personas, y más si aquel chico estaba a su alrededor.

― Hola, Chanyeol. ― Le regaló una pequeña sonrisa. ― No diría que es muy bueno para mí, mi espalda me está matando.

El chico asintió comprensivo, sentándose a su lado, pasando su brazo por los hombros de Minho. ― ¿Sabes? Deberías ir al doctor, podría empeorar.

― Lo sé... Pero no hay tiempo. Llegó acá de mañana y salgo de noche, llego a casa para cuidar de Seungmin y a hacer la cena juntos, luego dormir para volver aquí. Ya sabes.

― Entonces quizás debas pedirle permiso a mi tío, hasta yo podría ayudarte.

Minho asintió cansado, pasando un brazo por su cuello masajeándolo.

― Estaría perfecto, gracias Yeol.

El chico mostró un pequeño sonrojo y sonrió. ― ¿Sabes? Estaba pensando... ¿Qué tal si salimos a tomar un café luego? ― Preguntó confiado y con las mejillas sonrosadas, sus ojos brillando de anticipación.

Minho lo pensó, rompiendo el contacto que tenía con el chico rubio y asintió con cuidado. ― Bien. Pero que sea sólo un momento, necesito llegar a casa temprano, ¿Okey?

El chico sonrió aún más grande, se podía ver la emoción en él, a pesar de ser un hombre sofisticado con zapatos caros parecía un niño entusiasmado. ― Bien, me parece perfecto.

Jugueteo con el cabello largo de Minho por un rato hasta que se levantó. ― Te veo en la noche... Y por cierto, te ves bien con el cabello largo.

Minho pareció sonreír de lado, soltando una risa nasal y levantándose del asiento, tomando su mochila y volviendo al fregadero.

¿En que tanto piensas, Lee...? Pregunto adormilado Seungmin desde la cama, observando al mayor mirarse durante un largo rato en el espejo.

En mi cabello. Respondió aún sin despegar la mirada de su reflejo, toqueteando su largo cabello.

A mi me gusta así, Lee, porque ahm... Te ves muy lindo.

Sonrió sin siquiera darse cuenta. El halago que recibió del menor en la mañana antes de irse se sintió bien. De los labios de Seungmin sonaba más cálido, más dulce y más puro.

Dirigió su vista a su almuerzo y lo volvió a destapar para terminarlo por completo. Todo volvió a trascurrir como siempre, igual de cansado y aburrido, hasta la hora de su salida donde Chanyeol lo esperaba afuera.

desire of love ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora