XVII

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Han Jisung

Es media noche. Mi tía protesta y me llama.

No lo entiendo al inicio, pero después, cuando escucho el timbre lo hago. Mi tía es lo suficiente vaga como para no ir a abrir la puerta y menos, a media noche así que me levanto y le grito que se calle, que ya voy.

Llueve y hace frío y me abrigo con mi propio edredón. Al estar medio dormido, me da completamente igual como luzco, más a estas horas. Me pregunto quién será la persona que hay al otro lado. Sea quien sea, voy a matarle, definitivamente. Porque, ¿Quien se digna a despertar a Han Jisung a las doce y media de la noche? Solo un suicida.

Bajo con cuidado sin siquiera abrir las luces. Y abro la puerta.

La imagen frente a mi consigue sacudir un poco mi corazón. Solo un poquito. Muy, muy poquito.

Bueno. En realidad logro que todo mi enfado se vaya al instante.

— Minho — Susurro

Esta parado en la puerta, con los ojos hinchados, empapado con la capucha puesta, luciendo bastante miserable y temblando de frío. Y luce tan triste y solo que mi único impulso es abrazarlo con cuidado. Sin importarme que moje mi ropa o el edredón tirado por el suelo. Se oculta en mi cuello, temblando.

— Mi- Mi

No puede ni respirar. Intenta tomar aire, pero no lo consigue.

Lo aparto de mi y hago que me mire. Le sonrío con calma y pongo mi mano en su mejilla.

— Shh, cariño, sea lo que sea que haya pasado, ya estás a salvo. Conmigo y con PaF. ¿Si? — Acaricio su mejilla — Respira conmigo, vamos. Tu puedes

Respiro hondo las veces necesarias para que él empiece a calmarse y lo dejo pasar. Cerrando la puerta y obligandolo a sentarse.

— Voy a por algo de ropa, quédate aquí

Me giro, él agarra la manga de mi pijama.

— No te vayas

— Tardare muy poco. No te dejaré, lo prometo

Acaricio su mano y le sonrío. Me suelta y corro a mi habitación, buscando alguna prenda del chico que se ha dejado alguna vez y que he lavado.

Cuando las encuentro, junto a una manta y una toalla, vuelvo a bajar. Encontrándome al chico sentado con la cabeza en las piernas y luciendo más miserable que lo que nunca había visto. Tengo tantas ganas de abrazarlo durante horas y quitarle toda esa tristeza. No me gusta verlo sufrir, mi corazón se hace pequeño y siento que se rompe.

Y sé que no podré hacer nada. Simplemente estar allí para él.

— Hannie

— Cambiate anda

No me mira. Pero agarra las prendas, cambiándose allí delante con prisa. Y volviéndose a sentar, sin mirarme ni una vez.

— Lo siento

No respondo. No hay nada que sentir.

Me acerco a él y tiro la toalla por su pelo, secándolo un poco, dejando que juegue con la parte de atrás de mi camiseta. Y cuando quiero separarme, él agarra mi cintura y me tira hacia él. Abrazándome con una fuerza impresionante y solo pudiendo corresponder a ese abrazo de manera torpe. Yo de pie, mis manos en su cabeza, él sentado, su cuerpo entero rodeado el mío, con su cabeza enterrada en mi pecho. Sé que quiere llorar, pero se está aguantando las lágrimas.

— Lo siento — Repite

— No lo digas. No me importa

— Debería

Fuck you |Minsung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora