One Day || Miles Morales ||

la curiosidad mató al gato

— ¿Quien eres?— preguntó la rubia mientras me analizaba.

— Soy ______... ¿tú eres Gwen verdad? — pregunté y ella asintió.

— ¿Cómo conseguiste...?— trato de preguntar Miles pero estaba en shock.

— ¿Está es tu habitación? — preguntó mientras veía todo.

— Si si, y es muy adulta.— dijo tratando de recoger todo.

— Miles— lo llame y él fue a donde mi.

— No pienses nada malo, es mi amiga.— me dijo pero negué.

— No, no es eso, solo que acaba de abrir tu juguete coleccionable.— le dije y este volteo horrorizado.

— Yo tenía uno de estos.— dijo mientras lo acomodaba de nuevo en su lugar, pero fuera del empaque.

— Ahh. Si.. — Miles seguramente quería llorar, eso tuvo que dolerle.

Gwen siguió investigando la habitación.
De un momento a otro, tomó una libreta que estaba en la cama.

— Dibujas bien.— dijo pasando las páginas y me enseño una— ¿Esta eres tú? Te hizo muy bien. Hay varias páginas de ti.— dijo y continuó hojeando como si nada.

Miles seguía sin palabras y yo me había sonrojado. Ella siguió pasando las páginas y vio los dibujos que había hecho Miles de ella y los demás.

—Te extrañamos también.— dijo Gwen mientras le pasaba la libreta.

— Y... ¿que haces por aquí?— preguntó Miles — Pensé que no los volvería a ver— dijo con una pizca de tristeza

— ¿Quieren salir?— nos pregunto evadiendo la pregunta de Miles.

— Estoy... castigado.— contestó Miles. Gwen lo miro y se recostó de la ventana.

— Boomer.— se burlo Gwen.

— Yo no lo estoy.— añadí, pero ella ya se había dejado caer por la ventana.

Miles se asomó a verla. Luego de un momento, se volteo hacía mi y me atrajo con su telaraña.

— Prepárate.

Saltamos por la ventana y los persegui. Estuve un poco aburrida. Ellos sólo estaban hablando y columpiándose... quisiera columpiarme, se ve divertido.

— ¿De dónde vienen tus poderes?— pregunto Gwen interrumpiendo mis pensamientos. 

— Ni idea — le conteste. — No sé mi historia, perdón. — le dije apenada pero esta negó.

— No pidas perdón, seguro lo descubrirás pronto. — dijo

— Supongo.— dije sonriendo y me devolvió la sonrisa.

Volvimos a la fiesta y fui cuidadosamente a buscar comida. Busque un plato para Gwen y uno para mi ya que Miles no tenía hambre.

— Te gustará mucho la comida, los pasteles* son riquísimos.— le dije mientras le extendía el plato. Ella me agradeció y comenzó a comer.

— Mira esto que me estaba enseñando Gwen.— dijo Miles extendiéndome un tipo de reloj.

— ¿Para que es?— pregunté, pero cuando mi pregunta iba a ser contestada, sentí un llamado a mis espaldas.

— _______ — volteé y me encontré a Río y a Jeff.

— Hola...— saludé nerviosa. Me había asustado.