One Day || Miles Morales ||

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A la mañana siguiente, me levante sin ánimos. Ni siquiera quería ir a la escuela. Tome mi teléfono para escribirle a Miles, pero vi unos mensajes de un número desconocido.

+(1787)8910891

Soy tu tía, llámame cuando puedas.

Me quede viendo el mensaje indecisa. No sabia si llamarla ahora o esperar...

— Miau.— escuche a Noa

— Hola Noita bello,— dije cambiando mi voz y acariciando su pelaje—¿me acompañas?— le pregunté

— ¿Miau?— maulló mientras giraba su cabecita. Creo que aveces me entiende.

— Iré de compras. No tengo ánimos, pero necesito ropa nueva.— dije pero Noa solo se fue caminando hacia otro lado.— Bueno, iré sola.— dije para mi misma. Tal vez ir a caminar despeje mi mente.

Y así fue.

Mientras iba de camino a hacer las compras, vi el mensaje que me había enviado.

tía

Soy tu tía, llámame cuando puedas.

¿Debería contestarle?

Hola tía, no te puedo llamar. ¿Podemos hablar por texto?

Estaba pensando si enviar el mensaje. Al final lo hice.

¿Que tal si nos reunimos en Puerto Rico con toda la familia?

Todavía no estaba preparada para ver a toda mi familia.

¿Puedes ser el otro sábado?
Tengo compromisos.

Claro mi niña, nos vemos el otro sábado. Espérame en el cementerio a las 1.00

👍

Ya estaba más tranquila y un poco feliz. Miles dijo la verdad. Esto era algo positivo.

Salí de hacer las comprar y cuando iba de regreso
a mi casa, vi varias patrullas de policías en una construcción. Como buena ciudadana, fui a ver que pasaba.

— ¿Y por que a alguien le daría miedo de hablar conmigo?— escuche a la distancia. La voz se me hacía conocida. Busque con la mirada y vi a Jeff y a Miles, pero este último con su traje de Spiderman.

Rápidamente, me coloqué mi máscara y quite mi ropa para dejar en descubierto mi traje. Levite y me coloqué a un lado de Spiderman.

— ¿Llegue tarde? — pregunte tratando de cambiar mi voz.

— No, luego te explico.— dijo Miles

— ¿Space Storm?— preguntó el papá de Miles. Voltee a ver a quien llamaba.

— ¿Quién es ese oficial?— pregunte confundida

— Usted — dijo y quería morir de vergüenza. Que nombre tan... curioso. — Así te llamamos. —

— Por lo menos ya no eres "la ayudante de Spiderman"— dijo Miles riendo.