One Day || Miles Morales ||

obssesed with you

Luego de aquel día, solo vi a Miles algunas veces en la cafetería y en la biblioteca.

Su actitud era sospechosa algunas veces. Y no me refiero a que se sentía incómodo conmigo o algo por el estilo, si no que desaparecía de la nada y volvía agitado y sudado.

No le di más vueltas al asunto y me fui a mi habitación. Estaba cansada y solo quería estar en mi cama viendo mi serie en Netflix.

Estaba viendo The Crown cuando alguien tocó mi puerta.

— Ya voy— me levante de mi cama y abrí.

Era Miles. Solo lo había visto hoy una vez, hasta que volvió a desaparecer como si nada.

— Hola, te traje esto.— me extendió una bolsa. La abrí y ahí estaba mi abrigo y un dibujo. — Es un detalle.— dijo sonriendo y señalando el dibujo.

— Gracias Miles— le sonreí. Desde que conozco a Miles, cuando estoy con él solo sonrió y se ha vuelto una costumbre.

Saque el dibujo de la bolsa y lo vi. Una amapola y a un lado tenía mi rostro. ¡Este chico sabía dibujar muy bien! Le iba a dar un cumplido pero ya se habia ido.

Al otro día en la escuela , me encontré a Miles con mucha prisa. Lo iba a saludar pero se esfumó de mi vista, otra vez.

Luego, por la tarde, alguien tocó mi puerta nuevamente.

— Miles, ¿cómo estás?— sentí cosquillas en mi estómago al verlo. Estaba con la respiración un poco agitada y sudado.

— Bien , bien. Solo te quería decir que mamá te invito a casa otra vez.— dijo sonriente. Su sonrisa era hermosa.

— ¿Este sábado?— pregunte y el asintió.

— Wow , me gusta tu cuarto.— dijo asomándose un poco. — ¿No tienes roommate?— me pregunto y negué.— Suertuda—

— Supongo. No molesto a nadie y nadie me molesta a mi.— dije y abrí un poco más mi puerta.

— ¿Te gusta Spiderman?— pregunto al ver el cómic en mi laptop.

Desde el día que investigue a Spiderman, empecé a leer sus cómics.

— Creo que es cool.— dije y recordé la noche que Spiderman me llevo a mi casa.

— Es asombroso.— dijo y me miro.

— Si , ¿te dije que tuve un encuentro con él?— pregunte.

— No , ¿de verdad? Te lo dije, es asombroso.— dijo con una sonrisa.

Reí un poco, él tenía una extraña gran admiración a Spiderman.

— Bueno Miles, nos vemos el sábado— me despedí de él y me encerré en mi cuarto.

Me senté en mi escritorio, y por alguna razón, saqué el dibujo que me había dado. Las amapolas no eran mis favoritas, pero desde que me dio este dibujo, las amo...

Sábado

Y otra vez estaba aquí tratando de verme bien Esforzándome para salir por primera vez en mi vida.

— Probaré ponerme un poco de rubor.— puse en mi cara rubor pero parecía una payasa. — Me rindo. No me maquillaré. De que me sirve tener tanta inteligencia si no puedo usarla para hacer esto.—

Me puse un vestido verde y algunas prendas. Me abrigue un poco y fui a casa de Miles. En el camino no pude dejar de hacerme preguntas.

¿Le parece linda?¿Estare bien para la cena?¿Debería llevar algo para no llevar las manos vacías? ...

Esas preguntas recorrieron mi mente hasta que llegue a su puerta. Toque y me recibió Rio.

— Ay mi niña , ¿cómo estás? Le hubieses dicho a Miles que te buscará, así no caminabas sola.— dijo mientras me abrazaba.

Río me recordaba a la esposa de Kingpin. Me trataba como una hija sin serlo.

— No se preocupe, vivimos cerca y me apetecía caminar. Además, con esta cara, nadie se me acerca.— le dije y empezamos a reír. — También le traje este pastel— dije extendiéndole el pastel de chocolate.

— Gracias mi corazón, pero no tenías que— me dijo dándome un abrazo.

— Hola _____— saludó Jeff y lo salude de vuelta.

— El muchacho se esta preparando todavía. Nunca había tardao' tanto— dijo— Si quieres toca su puerta a ver si esta listo y entra, la comida todavía no está lista— asentí y fui a la habitación de Miles.

Di un toque — Soy _____, Miles.— él después de un rato abrió la puerta y me dejo pasar.

Su habitación era... como la de cualquier chico, supongo. Estaba un poco desorganizada y tenía dibujos por doquier.

— Hola _____— otra vez sentí en mi estómago cosas.

Hubo un silencio largo el cual interrumpí.

— Te ves cansado Miles, ¿todo bien?— pregunte y me miro. Se veía tan cansado.

— En realidad no. No se como explicártelo, pero esto se esta volviendo difícil _______— se sentó en su cama y puso su cara entre sus manos.

No sabía cómo reaccionar. Mis impulsos decían que lo abrazara, pero no sabía cómo.

A la mierda.

Lo traté de abrazar por los hombros con un solo brazo, pero el me rodeó la cintura con sus brazos y me dio un apretón.

— Perdón, lo necesitaba.— me dijo pero no lo escuché y lo volví a abrazar.

— Te abrazare todas las veces que necesites, eres lo más cercano a un mejor amigo que tengo y si me necesitas, aquí estaré siempre.— le confesé y él me miró con una sonrisa triste.

— Yo igual ______ — dijo

— Niños, ¡a comer!...