Arco 3. El Rebelde Conde de Cambell

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En medio de la absoluta oscuridad, de repente el piso bajo sus pies desapareció y luego su alma colisionó contra algo con fuerza.

El sentimiento era muy familiar. Había transmigrado de nuevo.

El oficial Noah suprimió fuertemente sus emociones por el ultimo mundo y  se enfoco en concentrarse en capturar y comprender la nueva información que llegaba a él desde la sucursal, pero... la molesta voz de esa mujer seguía zumbando incansablemente en su oído.

- ¿Por qué? ¡¡POR QUÉ!!!

El último grito disminuyo en un suave susurro entrecortado por pequeños sollozos. Parecía tan lamentable y lleno de injusticia, que Noah por un corto momento quiso levantarse de la cama y aplaudirle.

Esta vez con un poco mas de sentimiento y menos llanto, la mujer continuó con su monologo.

- Primero mi querido cuñado y cuñada y ahora él. ¿Cómo es posible que, en medio de sus años más hermosos, la cruel sombra de la muerte viniera tras él?

Sintiéndose algo incomodo, el viejo doctor Willians carraspeo un poco antes de intervenir.

- Madam Allen por favor tranquilice sus nervios. El joven conde Cambell aún no se ha encontrado con el creador, hay que seguir con el tratamiento.

El lamento de la mujer se detuvo un segundo y luego reanudo con un llanto mucho mas desgarrador y conmovedor que antes. – Ooh Eduard....

Eduard Allen sostuvo tiernamente a su esposa Elizabeth en brazos y miro al doctor con algo de vergüenza.

- Gracias doctor Williams, como vera mi esposa necesita descansar ahora, toda esta situación tan desafortunada la ha afectado mucho. Permítame acompañarlo a la salida.

En ese momento el veterano Noah decidió que ya era hora de que también pasara al escenario y lentamente abrió sus ojos empapados en lágrimas de fragilidad enfermiza.

Lo que no esperaba es que alguien con ojos a un más brillantes lo atacara tan de repente.

- ¡Hermano!!

Una niña de cabello rubio se estrelló contra su cuerpo con fuerza, luego un par de enormes y brillantes ojos dorados muy parecidos a los suyos lo miraron con emoción contenida.

Noah parpadeo un par de veces.

La pequeña niña también parpadeo dos veces, y gruesas lagrimas se escaparon y rodaron por sus mullidas mejillas, pero a pesar de su sollozo la niña aún le sonrió muy feliz y volvió a llamarlo con una voz lechosa.

- ¡Hermano! – la niña lo rodeo con sus pequeños brazos y lágrimas tibias mojaron su hombro – Sabia que no me dejarías.

Noah hizo una pausa casi imperceptible, luego sonrió con amabilidad y lentamente levanto su mano derecha sobre la espalda de la niña y mecánicamente le dio tres pequeñas palmaditas.

El gesto de mimo era mínimo y un poco rígido, pero era suficiente para que Josephine se calmara rápidamente y toda tristeza se dejara a un lado. Siempre había sido una niña animada y feliz, y tanto las tristezas como los rencores se olvidaban fácilmente.

Josephine rápidamente se recuperó y luego se dio cuenta que estaba presionando demasiado con su peso a su frágil hermano convaleciente, rápidamente con movimientos torpes se bajó de la cama y salió con emoción a anunciar la buena noticia de recuperación a la nana Mary.

Como si el sonido de la puerta al cerrarse rompiera una burbuja de armonía, apenas Josephine salió de la habitación, Elizabeth enloqueció.

- ¿C COMO TE HAS LEVANTADO?

El Oficial Demoniaco de la oficina 23 (Transmigración BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora