¡Espero que disfruten este primer capítulo!
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MINDY GONZALES
Esa noche, Mindy revivió lo acontecido con el señor Cross, ocurrió mientras dormía, mientras yacía en tranquila quietud de su cama. En su sueño, ocurría exactamente lo mismo, a excepción de que el desenlace fue diferente. En su sueño, justo después de entregarle la camisa nueva, Nathaniel sujetó su mano y asintió hacia el interior del baño, Mindy entró sin pensarlo y tomó asiento sobre el lavamanos, Nathaniel se sacó la polla ahí mismo y le levantó su falda, le abrió las piernas e hizo a un lado sus pantis. Deslizó la húmeda punta de su erección formando círculos alrededor de su clítoris, tomándose su dulce tiempo antes de realmente permitirse estimular ese sensible botón en ella. Cuando finalmente lo hizo, la besó en los labios e invadió su cuerpo hasta lo más profundo. Provocando que se corriera en él sin esfuerzo.
Y como en cada buen sueño, despertó en la mejor parte. Mindy recobró la conciencia con una almohada entre las piernas y los dientes tirando del cobertor. Se incorporó y encendió la luz de la lámpara a su lado, iluminando la habitación, descubriendo la ausencia de Nathaniel en su habitación pero su persistente presencia en su mente. Se talló los ojos sorprendida de lo que sucedió, no del escenario erótico que su mente dibujó sino de lo que propició.
Un orgasmo.
No había tenido uno en años y aun así, sin siquiera poner sus manos sobre ella, Nathaniel Cross le dio uno que jamás olvidaría. Mindy cerró los ojos tratando de recuperar y continuar ese mismo sueño, pero como en los mejores sueños, no lo consiguió.
. . . . . . . .
Mindy abrió la puerta y entró a la suite siendo bienvenida por la exquisita vista de la ancha espalda y redondo trasero desnudos de Vincent Maslow. El hombre estaba cocinando frente a la estufa, sin ropa o pudor sobre su piel.
-Buenos días, jefe.- Saludó colgando su bolso en el perchero.
-Hey, llegaste justo a tiempo.- Dijo Vince sobre su hombro. -Acabo de preparar el desayuno.-
Mindy pasó de sentir excitación a sentir pánico. Amaba a su mejor amigo, en serio que sí, pero su comida era terrible.
-Yo... uh... ya comí.- Mintió mirando los huevos con cáscaras incrustadas y el tocino quemado a su lado sobre el sartén.
-No hay problema, te guardaré un plato.- Dijo sirviéndolo encima de un plato con servilleta. -Debes comer.-
Come. Bebe suficientes líquidos. Llámame cuando llegues... Vince siempre la sobreprotegía, no le molestaba, le parecía tierno, sus instintos de Daddy iban más allá que sólo para sus Baby Boy, en el caso de Vince, los aplicaba para todos sus seres queridos.
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LAS CRÓNICAS DE MINDY (18+)
Romance¿POR QUÉ TENER UN SUGAR DADDY... CUANDO PUEDES TENER DOS? La literatura erótica es la pasión de Mindy González. Después de su fallida experiencia en el amor se refugia en el romance homoerótico entre las páginas, donde los hombres eran perfectos y n...