CAPÍTULO 6

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MINDY GONZALES

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MINDY GONZALES

El sexo telefónico continuó entre los dos durante las dos semanas que Nathaniel estuvo fuera de la ciudad. Casi a diario, había días en los que era asombroso, Mindy se corría para Nathaniel y Nathaniel para Mindy; pero había otros en los que las memorias volvían a esparcirse entre las fantasías hasta volverlas pesadillas demasiado tangibles que Mindy simplemente no conseguía alcanzar el orgasmo.

La primera vez que esto sucedió, fue a la segunda noche, en el segundo encuentro telefónico. Mindy sintió que había decepcionado a Nathaniel, que lo haría sentir menos capaz o menos viril por no conseguirlo, que sus habilidades eran insuficientes cuando no era en lo absoluto el caso. Sin embargo el hombre mostró comprensión.

-No esperaba que consiguiéramos provocarte un orgasmo todas las noches, Mindy.-

-¿No?-

-Por supuesto que no. Todavía tenemos mucho que trabajar por delante para lograrlo.-

Tenemos... Le gustaba que se incluyera en esto, le hacía sentir que no estaba sola en este camino a la sanación. Nathaniel se esforzaba en complacerla como si su placer fuera el suyo también.

-No sientas presión Mindy, para mí, una charla contigo es tan placentera como un orgasmo.-

Mindy sonrió, extrañamente, era lo más lindo que un hombre le había dicho antes. (Sin contar a Vince porque ese hombre sólo tenía miel y halagos para ella todo el tiempo).

-¿Muy cursi?- Preguntó Nathaniel, adorablemente incómodo por su propias palabras.

-Muy cursi.- Confirmó riendo. -Pero lo agradezco, fue dulce.-

Muy dulce. Mindy se acostó sobre su costado, atrapando su celular entre su oreja y la almohada.

-Nathaniel... gracias por todo lo que has hecho por mi desde que nos conocimos.-

-No hay nada qué agradecer, lo hice todo por el simple y egoísta placer de disfrutar tu compañía.-

-Aun así, lo agradezco sinceramente.- Mindy tragó saliva.

Abrirse ante otros es parte del proceso... Su psicóloga le había aconsejado una vez. Había omitido ese consejo lo más que pudo, únicamente aplicándolo a personas selectas, pero después de todo lo ocurrido, Nathaniel clasificaba como una de ellas.

-No te conté esto antes, pero yo estuve casada una vez, con un hombre terrible.-

Su cuerpo comenzaba a temblar, pero Nathaniel se merecía el contexto, ella le había dado retazos y piezas inconclusas de su pasado, nada concreto. Ahora le tenía confianza, no temía compartir un poco más de ella misma.

-Éramos novios desde años atrás. Era el chico perfecto para mí, acorde a mi familia.-

Una familia conformada por una madre con expectativas inalcanzables y un padre emocionalmente distante. Su único aliado ahí, era su hermano, Ethan.

LAS CRÓNICAS DE MINDY (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora