¿POR QUÉ TENER UN SUGAR DADDY... CUANDO PUEDES TENER DOS?
La literatura erótica es la pasión de Mindy González. Después de su fallida experiencia en el amor se refugia en el romance homoerótico entre las páginas, donde los hombres eran perfectos y n...
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NATHANIEL CROSS
-Buenos días, papá.- Nathaniel dijo alegre sirviéndole el desayuno.
-Buenos días, campeón.- Su padre saludó sentándose. -Según la pizarra hoy era mi turno de preparar el desayuno.-
-Decidí hacerlo hoy.- Dijo dejando caer la miel sobre sus panqueques.- Tuviste un día pesado ayer, además me siento lleno de energía hoy.-
-Eso noto.- Su padre sonrió. -¿A caso se tratará de alguna chica de la escuela?-
Nathaniel rió. -¿No puedo estar feliz sólo por que si?-
-Por supuesto, pero reconozco esa sonrisa. Alguien tiene tu atención. Sonreías igual cuando te gustaba la entrenadora Carrie.-
Nathaniel rodó los ojos avergonzado de ese recuerdo. De pronto, su padre se le quedó mirando, de la misma forma en la que lo miraba cuando algo sólo no estaba bien. Era en situaciones muy escasas, pero Nathaniel la reconoció.
-¿Sucede algo?-
Su padre bajó sus cubiertos y enderezó la espalda. -Hay algo de lo que te quiero hablar.-
-Claro, ¿de qué quieres hablar?-
-De tu amigo, Blake. El chico que vino a cenar el otro día.-
-¿Qué pasa con él?-
¿Qué le había pasado?
¿Se había herido?
¿Estaba bien?
-No quiero que te juntes más con él.-
Nathaniel no entendió bien esas palabras la primera vez, tampoco la segunda.
-¿Qué?-
-El vecino, el señor Camil, me dijo que se enteró que ese chico tenía ciertas... conductas inapropiadas. Al menos para un hombre.-
Entonces Nathaniel recordó al señor Camil, el conserje, el mismo que los vio a Blake y a él en la cancha el otro día. Sintió que iba a hiperventilar, pero años de deporte y entrenamiento le enseñaron a controlar su respiración.
-No lo entiendo, ¿sólo porque un vecino al que apenas le hablamos te habló mal de Blake crees que es mala influencia?-
-No sólo el señor Camil, también el resto de los padres en el vecindario opinan lo mismo. Que es mala influencia.-
-Hace unos días dijiste que era un chico formidable.-
-Y lo es, sé que sí. Pero ese chico necesita que lo enderecen. No es sorpresa, que se volviera... lo que es, no tuvo una figura paterna al crecer. No fue su culpa.-
