Encanto Kitsune (Tensei Shitara Slime Datta Ken)

Capítulo 10: Un trato con los enanos

Luego de lo sucedido con el accidente de la cueva y el armosaurus, el guardia enano, de nombre Kaidou, nos sacó de la celda a todos y nos agradeció por su ayuda oportuna, además de estar acompañado por los hermanos enanos que también nos dieron la gracias, y que se presentaron como Myrd, Dord y Garm.

Como muestra de agradecimiento, nos recomendó algunos enanos hábiles que nos podían ayudar con nuestro problema, pero antes les pedimos a los chicos que se dividieran y fueran a comprar algunos suministros que necesitaríamos para nuestra aldea.

¡Oye Kaijin! Te he traído unos queridos clientes – informa el guardia que martilleaba sobre una espada.

Mmmh? Kaidou hermano que gusto verte... quién me busca? – pregunta al sacarse los lentes – un slime y una kitsune? Vaya no se ven mucho de ustedes hace años – comenta al vernos

Hola un gusto, yo soy Astrid y él es Rimuru, nos comentaron que usted es el mejor herrero y queremos solicitarle un trabajo – nos presento a ambos

Mucho gusto, soy Kaijin el herrero – nos dice –¿necesitan algo urgente? Puedo hacérselos, pero si es algo más elaborado tendrán que esperar unos días

Se le veía preocupado por su rostro cansado y afligido, se que es por la entrega de las 20 espadas que le pidió el idiota del ministro Vesta. Obvio habrá que ayudarlo.

Le preguntamos por qué de su situación y nos contó lo sucedido con el pedido de espadas, y que si no las tenía lista en 2 semanas le quitarían su licencia de herrero, pero no tiene nada del material que necesita para la fabricación y que por eso los enanos estaban excavando en la cueva.

Rimuru hizo lo mismo que en la serie y le ofreció el magic Steel ya procesado par que pudiera avanzar, pero aun así le dijo que se tardaría días en terminar.

Creo que con eso podemos ayudarte – señaló Rimuru para luego pedir prestada su espada y literalmente tragársela, analizándola con gran sabio y luego volver a escupirla, para seguida de esa fueran más y más hasta hacer las 20 que necesitaba.

Los 5 enanos ahí presenten no caían del estupor por la acción del pequeño slime. Luego de eso Kaijin le agradeció enormemente, aunque se le notaba un poco la decepción por no poder completar él el pedido, pero aún así nos aceptó el pedido de su ayuda junto a los 3 hermanos.

Yo le comenté a Rimuru que iría a juntarme con los goblins para ver si terminaron las compras, y así poder irnos rápido a nuestra aldea.

Esta bien Astrid nee-san, los enanos me invitaron a celebrar, así que iré con ellos – me dice normal ya que él aún no sabe a dónde va

Está bien – asiento – y Rimuru cuidado por donde andas, te conozco – le señalo con cautela, mientras solo me mira asintiendo rápido

Me junto con los hobgoblins unas horas para absorber todas las compras en mi espacio dimensional, y seguimos comprando lo que faltaba. Aprovechaba de admirar el lugar, es muy industrializado todo, igual que como era en el siglo XVIII de la tierra, pero aún así no dejaba de lado el entorno natural de la montaña con sus casas dentro de ella.

Iba a contactar a Rimuru que estaba siendo hora de terminar, cuando recibo un mensaje mental de su parte.

Aviso, entrando llamada de pensamiento de Rimuru-sama – dice Olimpia

Eeeh nee-san, ¿estás ocupada? – me pregunta algo dudoso

No Rimuru, acabamos de terminar de comprar todo y justo iba a contactarte – respondo – ¿voy a buscarte?

Pues me encantaría, pero hay un problema – me dice aún dubitativo

¿Qué sucedió Rimuru? – no me responde aún – Riimuuruuu?