Encanto Kitsune (Tensei Shitara Slime Datta Ken)

Capítulo 18: Acuerdo de alianza y peligro inminente

Lejos del lugar donde estaban nuestra protagonista, se podía ver la avanzadilla de los 200.000 guerreros orcos, acercándose al bosque de Jura.

Estruendosos pisoteos se escuchaban y cada vez que avanzaban la tierra temblaba. Los pequeños monstruos y animales que viven por ahí se escondían o huían de tal enemigo.

-¡Pisotéenlos! – se oía gritar al orco más grande y de ojos rojos, al parecer el que comanda.

Lo único en las mentes de los orcos era en comida y más comida. Sus compañeros caídos eran agarrados por los más cercanos y comidos aun estando vivos, al punto de su último suspiro. Lo único que dejaban a un lado era el hígado, reservado para su líder.

Ellos siempre están con hambre, y mientras más hambre tengan, su fuerza es mucho mayor. Esa es la característica de la skill Hambriento.

Es un infierno sin fin, un infierno de inanición por el cual los 200.000 orcos avanzan sin parar, arrasando todo a su paso, sin sentir la saciedad.

Sin ningún temor a la muerte, devoran a sus enemigos y su carne se convierte en poder. Su marcha continúa, con el Orc Lord liderando a su ejército insaciable.

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En otra zona, no tan lejos de donde se encontraban los orcos, el jefe de los lizardman palidecía al oír el informe de uno de sus guerreros.

Saber que la aldea de los ogros fue completamente masacrada no le dio buenas esperanzas para su supervivencia. Tenían 10.000 guerreros de su parte de rango C+, esperaban hacerles frente a los orcos, pero después de sospechar la aparición de un Orc Lord la situación cambia.

Tenía la idea de poder aliarse con las comunidades aledañas, aún espera el reporte de su hijo Gabiru a quien mandó para el trabajo, pero por la urgencia tendrán que comenzar a atacar.

En medio de su dilema, sintió una presencia fuerte acercándose, más no pensó en oponer resistencia, pidiendo a sus subordinados que lo dejen pasar.

Aquel que venía llegando, era Souei quien tiene la misión de forjar una alianza. A pesar de sentir la fuerza de su visitante, aun así desplegó soldados alrededor por si debía atacar, pero tenía el presentimiento de que cavaría su propia tumba si él daba la orden.

-Discúlpanos por no poder darte una mejor bienvenida, ¿qué asuntos tienes conmigo?

Los jóvenes lagartos estaban confundidos por tal muestra de cortesía hacia el invitado, les faltaba madurez para entender el poder de este hombre.

-Gracias por su audiencia, líder lizardman. Mi nombre es Souei y vengo por orden de mis maestros, que solicitan una alianza para enfrentar el mal que acecha al bosque. Mis señores se han negado a abandonarlos. ¿Me dará su respuesta?

Tal mensaje breve solo podía esperar una respuesta rápida, pero el líder necesitaba pensar.

Tomando en cuenta el poder de este monstruo frente suyo y que es nombrado, podía suponer que servía a unos amos más fuertes y capaces.

No tenía mucho que considerar por la situación, así que pensaba aceptar. No obstante, antes de decir algo, algunos lagartos se ofendieron por tal falta de educación del mensajero, pavoneándose de que su líder no los necesitaba y rechazando su oferta, además de burlarse del temor que sus amos tenían por querer esta alianza.

Ante tal discurso, el líder solo podía palidecer por lo que dijeron, esperando que aquel llamado Souei fuera condescendiente con monstruos más jóvenes e inexpertos. Contrario a lo que pedía, vio como en un instante los cuellos de esos lagartos estaban firmemente envueltos en finos hilos, esperando a cortar las cabezas.