¿Tienes un crush por un personaje de anime, película animada, cómic o videojuego?
Estas en el lugar indicado en donde hay historias de tus personajes favoritos, donde tú eres la/el protagonista. ♡︎
💌 PEDIDOS CERRADOS ‼️
• Los personajes no me perte...
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Oikawa, aunque no lo pareciera era un tipo servicial en su familia, aunque ya era un jugador hecho y derecho, y muy importante, independiente, seguía siendo un niño bajo los ojos de su familia. Tenía días libres, por lo que había decidido volver a su país de origen para descansar.
¿No es un buen descanso estar en la casa de tu infancia? Claro que lo era. Sus primero dos días fueron relajación total además de las anécdotas que traía por sus viajes jugando y lo hermoso que es Brazil. El tercer día no pudo decir lo mismo.
El clima era frío, parecía que el cielo se iba a caer en cualquier momento, la casa estaba vacía y había dos notas.
"En la nevera hay lo necesario para el desayuno, prepara lo que quieras". —Mamá
Hoy no tuvo su desayuno preparado por su querida madre, ya era un mal inicio de vacaciones.
"Busca a Takeru a las 15:30, también recoge su informe de notas. Día ocupado".
Y aunque estaba en su descanso no iba a contradecir a su hermana. Por fortuna se había levantado temprano y estaría a tiempo de buscar a su sobrino y sus notas, Takeru quién ya era un adolescente, seguía siendo un chico juguetón, tanto que de vez en cuando en clases bajaba su rendimiento por esto, trató de esconder ese boletín con notas bajas por lo que siempre iba su madre o si abuela a buscarlo, así no volvía a pasar. Como ambas estaban ocupas era el turno de su querido tío.
El castaño no esperó demasiado pasa iniciar su día productivo, se preparó un desayuno equilibrado con laa proteínas y nutrientes que debía consumir, estiró y se ejercitó para finalmente darse una merecida ducha. En su habitación, cuando ya se había bañado y estaba buscando ropa adecuada para la entrega de notas, vió un sobre caer que estaba metido en medio de unos pantalones, Toru no pudo evitar poner una sonrisa boba, sabía lo que era, lo hubiera reconocido aunque pasaran 50 años. Era una carta de amor, de su crush de toda la secundaria para ser más específicos.
