Capítulo 10: Buena señal

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Krist POV

Sólo mis profesores de Cálculo y Literatura sintieron la necesidad de comenzar las clases una semana antes. El resto de mis clases no comenzaban hasta la semana siguiente. Éramos bienvenidos de ir a conocer a nuestros profesores y escoger nuestros programas de estudio, así que luego de haber hecho eso, mi primera semana de clases en la universidad terminó.

Podría releer Ethan Frome cuantas veces quisiera, ya que hace dos años lo había leído. También podía ir por un café y repasar mí programa de Cálculo. Algo que me asustaba muchísimo; no era bueno en matemáticas y nunca lo había sido.

Gun salió del baño luciendo listo para ir de fiesta, pero sólo era la una de la tarde.

—¿Cómo me veo? —preguntó, dando vueltas.

—Como si quisieras bailar como loco y con ganas de que te sirvan tragos gratis toda la noche. —respondí. Gun sonrió.

—Bien. Eso es lo que quiero.

—Espera. ¿Qué? Te das cuenta de que apenas es la una de la tarde, ¿Cierto? Los Clubes no abren hasta las ocho, y sin Mook nunca lograrás entrar. —Gun se encogió de hombros y comenzó a posar frente al espejo.

—No iré a un club. Voy a mi primera fiesta de fraternidad.

—¿A la una de la tarde?

Gun me lanzó una mirada exasperada, luego se giró al espejo y frunció sus labios.

—No, tonto. Bright vendrá a buscarme a las seis. Vamos a comer algo y luego iremos a la casa ATO.

Aun así, no tenía ningún sentido.

—¿Y por qué estas listo cinco horas antes? —Gun dejó de hacer poses frente al espejo, y se giró para mirarme.

—Esta es solo una de las opciones. Tengo otras dos que probarme antes de que él llegue. Simplemente estoy viendo cómo me veo con esto. Después voy a cambiarme y a alisarme el cabello, y quizá colocarme algo de sombra de ojos... ¿o crees que es demasiado? Tal vez debería usar delineador. —Continuó hablando como loco y yo cubrí mi rostro con una almohada. Me sentía exhausto de sólo pensar en arreglarme una vez, mucho menos varias veces.

—Creo que estás oficialmente loco —respondí. Gun se rió.

—Sé lo que piensas. Pero tengo que estar perfecto. Esta noche tiene que ser perfecta. Él en verdad me gusta, Krist.

Me alegraba que le gustara, pero honestamente, ¿era muy necesario jugar a la muñeca Barbie de tamaño real simplemente para impresionarlo? Un toque en la puerta nos interrumpió, así que moví la almohada de mi rostro y me senté. Gun caminó hasta la puerta y la abrió sin siquiera preguntar primero quién era. Cuando vi quien se encontraba del otro lado, en verdad deseé haber preguntado primero. Era Mike.

—¿Puedo ayudarte? —preguntó Gun al reconocerlo.

Se quedó de pie frente a Mike y apoyó una mano sobre su cadera. Estaba en pose protectora. Como si fuese lo suficientemente grande como para luchar contra cualquier persona.

—Estoy aquí para ver a tu amigo. —dijo Mike.

—Entonces, hoy no es tu día de suerte, porque eso no va a pasar. —Pude escuchar el gruñido en su voz. Gun acababa de hacerse un enemigo.

—Sabes que Bright está acostándose con mi compañero de hermandad, Kao, ¿verdad? Ya llevan tres meses siendo amigos con derechos. Anoche, estuvo con él, luego de traerte.

Estuve de pie y apartando a Gun fuera del camino antes de que el imbécil pudiese decir algo más. Yo no le creería, pero sabía que Gun sí. Era bueno leyendo a las personas, y había visto la forma en que Bright miraba a Gun. No dudaba que en algún momento se hubiera involucrado con ese tal Kao, pero ni por un minuto creía que todavía lo estuviese haciendo.

Imparables [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora