Capítulo 24: Sin vida

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Krist POV

Esperé fuera de la cafetería en una mesa con paraguas a que Jay llegara. Pensé que si lo escupía todo aquí fuera y le daba un tiempo para procesarlo entonces eso se resolvería. La Deidad lo había arruinado con este encuentro de almas gemelas. Si Jay no me quería y yo no quería a Jay, entonces no había ningún problema.

Singto estaba en algún lugar al otro lado de la calle, mirándome. Estuvo de acuerdo en que esto podría funcionar. Especialmente, si Jay salía con otro chico. Pero Singto quería estar cerca y sinceramente me sentía como si él acabara de regresar después de una separación muy larga. No quería que fuera a ninguna parte.

―Hola, Krist. Ya ordenaste. Te hubiera conseguido tu café. ―dijo Jay mientras sacaba la silla frente a mí.

―Necesitaba cafeína. ―contesté.

―Te extrañé en la casa de la fraternidad anoche. No es nada divertido cuando no vienes conmigo. —Dejé mi taza sobre la mesa y lo miré con ojos fríos.

―Jay. Sé que te diviertes cuando no estoy allí. También sé que tienes toda esa diversión en la cama o donde sea que decidas hacerlo con Mike. Está bien. No estoy enojado. Sólo quiero exponer todo aquí y llegar a algún tipo de conclusión. —Jay se sentó allí con una mirada aturdida en su rostro.

¿Realmente pensó que no lo descubriría?

―No quiero terminar. Te quiero a ti. Sí, pude haberme enredado un poco con Mike algunas veces, pero eso es porque nunca vienes a nada relacionado con ATO. Soy el único hombre allí sin una cita. Mike está siempre sobre mí. Después de unos tragos es difícil de rechazar. —Estaba seguro de que en algún lugar de todo eso él tenía razón.

―Nuestros deseos y necesidades son muy diferentes. Necesitas cosas que no puedo darte o que no te quiero dar. Y está perfectamente bien que las necesites. Conseguirlas de Mike está bien para mí. Pero no quiero fingir que tenemos una relación cuando tienes sexo con otra persona. No tenemos una relación. Si alguien me invita a salir y quiero aceptar, aceptaré. —Jay frunció el ceño.

―¿Quién te invitó a salir?

―Eso no viene al caso. Esto se trata del hecho de que tienes sentimientos hacia Mike, me resulta difícil de creer que te acuestas con él una y otra vez y no sientes nada. —Jay puso los codos sobre la mesa y hundió la cabeza entre sus manos.

―No sé lo que está mal conmigo. Te quiero, Krist. Lo hago. Pero él se me lanza y no puedo rechazarlo.

Pobre hombre; él no tenía ni idea de que estaba enamorado de Mike. Estiré la mano y acaricié la suya.

―Está bien. Tú lo quieres; él te quiere. Todo está bien. Simplemente disfruta de ser libre para estar juntos. No hay razón para ocultármelo. —Jay levantó la cabeza y me miró.

―Nunca has sido normal. La mayoría de los chicos estarían gritándome y vertiendo el café sobre mi cabeza. Tú sólo acaricias mi mano y me dices que mi actividad sexual está bien. Que vaya y disfrute. —Me eché a reír y me levanté.

―Fuiste tú quién quiso que hubiera algo entre nosotros. No yo. Nunca sentí nada parecido al amor. Si lo hubiera sentido, entonces sí, estaría devastado. Pero sólo me gustas como amigo, Jay. Quiero que seas feliz. —Jay se echó hacia atrás en su silla.

―Esto significa que no tengo otra oportunidad, ¿no?

¿Está bromeando?

Negué con la cabeza.

―No, yo diría que te quedaste sin oportunidades. Ese barco ha zarpado.

―¿Podemos seguir siendo amigos?

Imparables [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora