Capítulo 11: Gracias Deidad

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Singto POV

El resto de la banda se había marchado tras bambalinas al salón principal. Me agradaban bastante, pero generalmente antes de un concierto tenían groupies con ellos y me alteraban los nervios. Podía oler la tristeza y la enfermedad en muchas de ellas. Lo que los hombres veían como sexy a menudo me repugnaba, porque todo lo que yo podía ver era el alma. Sus almas eran débiles y dañadas.

Me hundí en el sofá de cuero y apoyé los pies arriba. Krist estaría aquí en cualquier minuto junto con Mook y Gun, quienes querían conocer al resto de la banda. Gun iba a decepcionarse. Ellos eran como cualquier otra banda de rock. Tenían sus adicciones y pensaban que todas las personas los adoraban. Eran todo lo que Krist temía. Un golpe en la puerta me sorprendió. Me imagine que no era Mook, ya que ella no tocaba.

—Adelante! —Grité y me levanté para ir saludar a Krist.

Quería mostrarle el lugar. Pero no era Krist. Era una groupie que había visto con Toyy antes. Las groupies no eran bienvenidas aquí.

—Te equivocaste de habitación. —le contesté regresando a sentarme para esperar a que llegara Krist.

—¡Ups! —se rió y entró en la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

¿Acaso no sabe hablar español?

Tenía herpes. Podía olerlo en su cuerpo.

—Sal. De. Aquí. Ahora. —Ordené señalando la puerta.

Estaría viendo su alma de nuevo mucho antes de lo que debería si ella seguía con las drogas.

—Exigente. Me gusta cuando un hombre es el jefe. —Arrastró las palabras acercándose a mí.

Su alma estaba empañada. La apariencia exterior tenía todas las cosas que los humanos buscaban, pero en su interior era fea.

—Esta es tu última advertencia. Llamaré a seguridad y te echarán fuera.

Esto pasaba una o dos veces por concierto. Se había convertido en un juego para las groupies ver si alguna de ellas tenía el talento suficiente para llegar a mí y dejarlas quedarse. No entendían que lo que veía no era atractivo. Fuera del hecho de que no me gustaban las chicas.

—Eres gruñón. Me lo advirtieron antes de venir aquí. Pero apuesto a que puedo hacerte feliz.

Ella estaba casi cerca de mi cuando me moví de su camino y ella se tambaleó hacia adelante y cayó sobre el sofá. Tirando del teléfono de mi bolsillo, marqué el número de la seguridad de bambalinas.

—Tengo a alguien en la habitación que se rehúsa a irse. La quiero fuera del edificio.

—Estoy en eso Sr. Prachaya —fue la rápida respuesta.

—¡Oh, no! Ni siquiera me dejaste mostrarte lo talentosa que soy. —se quejó desde su posición tendida en el sofá.

La puerta se abrió y entró Mook seguida por Krist y Gun. Por lo menos yo estaba al otro lado de la habitación de donde se encontraba la chica a medio vestir, tumbada en el sofá como si estuviera esperando por mí.

—¿Tengo que llamar a seguridad? —preguntó Mook mientras miraba a la chica de alma dañada, ya que también era la única cosa que Mook veía.

—Ya lo hice. Estoy esperando a que vengan y se la lleven. —Repliqué caminando alrededor de ella para extender la mano y tomar la de Krist.

Antes de su pérdida de memoria, Krist ya había visto esto antes. Durante el tiempo en que mis fans sabían que tenía pareja empeoró. Hicimos un juego de esto. Krist adivinaba cuantas chicas tendríamos que sacar antes del show. Ahora solo parecía preocupado.

Imparables [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora