¿Una mejor opción?

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Capitulo 11

Sunghoon veía las hojas, con una notable expresión desanimada. En su rostro se leía tanto el estrés que sentía, como la preocupación al ver la suma de las cuentas.

El chico estaba sentado en el suelo de la sala, pegado a la vieja mesa de centro que se pudo conseguir. Encima de esta, había varios papeles con recibos a pagar y otras más cosas con números que lo ponían intranquilo. Hizo una suma de todos los pendientes y el resultado le hizo decepcionarse de si mismo. ¿Por qué la decepción? Porque se estaba dando cuenta de que apenas iba a poder pagar con el sueldo que tenía.

Aunque él sabía que su tía tenía razón (que mantener una familia por si solo no iba a ser tarea fácil), Sunghoon quiso vivir en una mentira donde todo sonaba más lindo. Donde iba a poder tener un empleo que le permita estar cerca de sus hermanos y que el salario iba a ser lo suficiente para cubrir las necesidades básicas. Ahora, después de un mes, se está enfrentando a la realidad que temía.

Odiaba darle la razón a Hyeyeon. Odiaba pensar en que si no conseguía más dinero tendría que pedirles prestado. Apenas estaba teniendo un ahorro donde iba acumulando el primer pago que le haría a Seungsik dentro de un par de meses. Así que no le convenía tomar de ese dinero como tampoco era lo más apropiado pedirle un nuevo préstamo.

Sunghoon administraba bien su dinero. Se evitaba hacer gastos innecesarios. Aveces gastaba en golosinas para los niños pero lo hacía con muy poco dinero. El verdadero problema era su sueldo.

Si el puesto de comida tenía buenas ventas, él recibía su sueldo normal. Pero si no, la dueña le daba una parte proporcional. Su sueldo no es fijo. Eso sumado a que las actitudes de la dueña estaban cambiando. A ella (como a su hijo, que trabajaba en el puesto) les molestaba cuando Sunghoon se tenía que ocupar de algún evento en la escuela. Y la presencia constante de los niños ya les disgustaba.

Ese era otro problema que tenía. Ya no podía tener a sus hermanos ahí por tanto tiempo. Ellos se aburrían, se sentían hambrientos y no siempre puede darles de la comida que prepara porque siente como lo juzga el hijo de la dueña. También está consciente de que un lugar al exterior no es el mejor lugar para dos niños de seis años. Él pensó en llevarlos a una guardería, aunque le disgustaba la idea de dejarlos al cuidado de un extraño. Pero aún así necesitaba el dinero para eso, y por el momento no lo tiene.

Sunghoon hizo cuentas de nuevo. Intentó volver a proporcionar su sueldo con todo lo que debía pagar y con el costo de una guardería que había visto hace dos semanas. Sin embargo, el resultado era poco alentador. Le seguía faltando dinero.

El chico dejó el lapicero en el cuaderno para colocar su mano sobre la sien. La situación le estresaba. Y en este estado no podía pensar en soluciones. Primero debía relajarse para ver las cosas con claridad.

—¡Sunghoon oppa!

El nombrado volteó hacia su hermana. Ella se veía contenta, dándole una sonrisa deslumbrante. Así que él intentó hacer lo mismo. Ocultando el estrés y atendiendo el llamado de Yeoreum.

—¿Qué pasa, bebé? —dijo suavemente. Atento a sus palabras.

—¿Conoces a Mibi?

—Hmmm, ¿Mibi?

—¡Es el perrito de la princesa Dina!

—Ooh~ ya recordé. —asintió. Tomando una pausa para buscar con la mirada a su hermano.

—Es un perrito muy inteligente y-y-y-y puede hablar… Le acabo de poner Mibi a este peluche —Yeoreum muestra el desgastado oso azul—... Es el que me compraste. Mira —ella pone al oso enfrente de su cara, y con sus dedos manipula al juguete para imitar una voz grave—... "Hola, soy Mibi. Es un gusto conocerte, Sunghoon hyung. "

Te Protegeré (Guard You) | HEEHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora