Te Protegeré (Guard You) | HEEHOON

Algo de calidez.

Capítulo 5

Había pasado un mes y medio desde que vio a Lee Heeseung. Durante ese período, la fría indiferencia en esa casa era mucho mayor pero más bien por parte de Kim Seungsik con los hermanos Park. El hombre hacía de todo sin tomar en cuenta a ellos, empezó a negarles el consumo de ciertos alimentos con la excusa de que "los había comprado para él y su esposa". También iba por la casa sin importarle que los niños lo vieran drogado. De hecho tampoco permitía que los niños estuvieran en la sala mientras él estuviera. Y no había mucho problema, pues Sunghoon prefería tenerlos encerrados en la habitación para evitar ver a ese señor en un deplorable estado. También resolvía el problema de la comida yéndose a comprar sus propios alimentos para que el señor deje de reclamar.

Hyeyeon se comportaba de manera extraña. Siempre seguía las órdenes de su esposo y ella misma había sido muy indiferente y cruel desde hace años pero en esta situación era una persona distinta. Apenas y perdonó a Seungsik por lo que sucedió sin embargo su matrimonio no era el mismo de antes. Seungsik intentaba todo para hacerla acceder a ciertas cosas pero ella dejó de verse enamorada o a gusto con su presencia. El momento en que más se incomodaba era cuando su esposo salía del patio trasero y regresaba con un fuerte olor a marihuana. Hyeyeon sentía que no podía decirle nada ya que le daba miedo su reacción. ¿Y si se enojaba con ella por pedirle que deje de ser tan descarado al momento de drogarse? ¿Qué tal si nuevamente intenta agredirla? Hyeyeon tenía mucho miedo… Era una mujer fuerte, no permitiría esas agresiones en su persona (no otra vez) pero tenía mucho miedo. No lo podía negar.

Ella sabe perfectamente hasta dónde puede llegar Seungsik. Si pasó una sola vez cuando eran novios, teme que eso suceda de nuevo.

También se mantenía pensando mucho en ese momento en que Sunghoon la defendió y recibió un puñetazo por su culpa.

Desde entonces piensa que está en deuda por él. Y también se siente culpable de cada regaño que le dió. Sin embargo, nunca le agradeció por defenderla. En parte, era porque le daba pena hacer eso. Es por ello que trataba ligeramente mejor a sus sobrinos e ignoraba las ridículas peticiones de Seungsik. Aunque eso sí, Hyeyeon era amable con ellos cuando su esposo no se daba cuenta. Por alguna razón él se molestaba mucho cuando ella tenía un gesto lindo con los niños.

Sunghoon y Seungsik dejaron de dirigirse la palabra. Ni siquiera se miraban a la cara cuando estaban en el mismo espacio por unos segundos. Seungsik simplemente se acercaba a veces con él para regañarlo pero Sunghoon lo ignoraba. Además, Sunghoon se había vuelto paranoico. No le agradaba dejar solo a los niños pero sabía que no podía dejar la escuela cuando estaba por graduarse y debía seguir trabajando. Le aterrorizaba saber qué le podía pasar a Serim y Yeoreum cuando no estaba, era una preocupación demasiado enorme que no lo dejaba relajarse en ningún momento. Por fortuna, Seungsik también había dejado de dirigirle la palabra a los niños y su esposa también dejó de castigarlos con golpes. Sin embargo, era inevitable para él sentirse preocupado por sus bebés.

Esos momentos de paz llegaban cuando pasaba tiempo de calidad con sus hermanos y cuando en las noches pensaba en él. En el chico que fue su salvador. En el joven universitario con una mirada tierna. Lee Heeseung había invadido sus pensamientos de una manera inimaginable. Él mismo se sorprendía por el hecho de pensar tanto en un hombre. Tampoco se estaba dando cuenta de lo que eso significaba (o quizás no quería aceptarlo).

Su mayor error fue no pedirle su número o algún medio para volverse a comunicar. Sunghoon intentó reencontrarse con él, pasando por esa cafetería cada fin de semana. Pero nunca volvió a verlo por ahí. Lee Heeseung desapareció tan pronto como lo vio por primera vez. Sunghoon no podía hacer más que lamentarse. En este punto, la imagen del chico que invadía su mente en las noches era algo doloroso. Porque no volverían a verse.