CAPÍTULO 20

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-¡Chicos ya vine!

Ambos pegamos un brinco al oír la voz de Liv y ver el rayo de luz que la puerta abierta introducía a la habitación. Nos separamos tan rápido que no pude ni procesar la información del todo bien. ¿Liv? ¿Ella qué hacía aquí?, ¿Eran las ocho de la noche?

-¿Por qué está tan oscuro?- preguntó y luego las luces me cegaron.

Parpadeé repetidas veces, atolondrada y desconcertada.

-Estábamos viendo una película- explicó Eunwoo, quien de pronto se encontraba muy lejos, a diferencia de como lo había tenido antes. ¿Cuándo se alejó tan rápido?

-¿En serio? ¿Cuál?- preguntó Liv, tratando de ver hacía el televisor y de descifrar a que filme pertenecían esas escenas.

-Infectados- dijo Eunwoo.

-_________, yo no sabía que eras masoquista- bromeó Liv y sólo entonces, cuando oí mi nombre, aterricé-. Esa película es aterradora- musitó haciendo un mohín- ¿Por qué la pusiste?

-Porque no sé coreano, ¿te parece una buena excusa?- musité medio atontada. Aún no sabía que había ocurrido y por qué Liv estaba ahí siendo las 7:30. Ella soltó una risotada.

-Livvie, amor ¿Por qué llegaste temprano hoy?- preguntó Eunwoo.

-Ah, hoy salí temprano- se encogió de hombros. Se puso de puntitas para besar los labios de su novio y me giré instantáneamente, de pronto más aterrorizada por esa escena que por el filme. Oí el chasquido de sus labios al unirse y quise taparme los oídos o subirle todo el volumen a la TV con tal de que me fuera imposible captar ese tipo de sonidos. La fierecilla apareció de pronto, atenta, molesta y enfurruñada; se movía inquieta dentro de mí estómago y me rogaba que me levantara del sofá y me largara. Miré por la colilla del ojo y pude verlos aún besándose; la fierecilla se removió y comenzó a rasguñar lastimosamente. Ahora era un sentimiento casi palpable, podía sentirlo con claridad dentro de mí, alguna especie de punzada cerca del corazón que hacía los latidos pesados, moribundos... esto no debía de hacerme daño... pero lo hacía.

Me levanté del sofá y quité la película del televisor, hice ruido cuando el control se me cayó de la mano al presionar su botón con fuerza excesiva, pero al menos sirvió para que Eunwoo y Liv se dejaran de pasar microbios y me miraran.

-Perdón- farfullé.

-¿No vas a terminar de verla?- preguntó Liv.

-No, recordé que tengo que arreglar mis cosas- dije mientras ponía con movimientos torpes el control en su lugar.

-Ay __________, pero tú nunca arreglas tu habitación- me acusó.

-No me refiero a eso Liv- la miré- lo que quiero decir es que mañana saldré con Sanha y me llevaré la cámara- no sabía de dónde había salido la mentira, porque eso era, una mentira; Sanha y yo no teníamos planes de nada-. Y por cierto, yo sí arreglo mi habitación, aunque no muy seguido.

Liv ignoró mi último comentario.

-¿Saldrás con Sanha de nuevo? Vaya, ¿cuántas veces ya son?- se emocionó y comenzó a especular.

-No las cuento, Liv- dije y me reí.

-¿Y a dónde irán? ¿de nuevo a tomar café?

Miré el rostro de Eunwoo, a un lado de su novia, atento y pude ver en él ese tipo de gesto que le producía cada vez que yo hablaba de Sanha. Aquello me alentó a seguir con la mentira.

-No, a la plaza Dongdaemum- dije-. Así que si me disculpas, tengo que ir a ver que me pongo- sonreí, pero de esa forma en la que sonríen las brujas malvadas de las películas.

-¿No vas a cenar?- inquirió Liv.

-No, no tengo hambre, pero si me da, creo que tengo una barra de cereal en mi escritorio- me encogí de hombros.

-Está bien.

-Hasta mañana Eunwoo- dije cordialmente y le sonreí; de verás que me sentía mala y a la fierecilla le gustaba eso.

-Hasta mañana. __________- musitó muy serio y sin sonrisa.

Me di la media vuelta y me dirigí a mi habitación. Había calmado a la fierecilla e incluso le había dado una dosis de satisfacción, pero ahora tenía otro problema... ¿de dónde demonios había salido mi mentira? no me quedaba más que sólo cruzar los dedos para que Sanha pudiera ser mi cómplice y aceptara la invitación que le iba a hacer.

Marqué rápidamente el número de Sanha y me aparté de la puerta para que no pudieran oírme. Timbró un par de veces y a la tercera su voz de ángel contestó del otro lado de la bocina.

-¿________?- me dijo, sorprendido por mi repentina llamada. Él siempre era el que me llamaba a mí.

-Hola Sanha, ¿cómo estás?- susurré casi.

-Bien, ¿por qué hablas tan bajito?- me preguntó, cambiando su tono de voz al mío.

-Porque no quiero que me oigan.

-¿Quién?

-Mañana te explico, ¿si? Sólo quería preguntarte si querías salir a pasear conmigo a DDP- arrugué el cárdigan negro que llevaba puesto, nerviosa.

-¡Por supuesto! ¿Mañana?

Suspiré de alivio.

-Si, gracias.

-No, gracias a ti por invitarme.

-Entonces hasta mañana, buenas noches y gracias- musité.

-Hasta mañana.

Finalicé la llamada e hice una exclamación de victoria, sabía que podía contar con Sanha cuando fuera.

Me senté sobre la cama y me incliné para abrir el cajón inferior de mi buró, rebusqué entre papeles y debajo de todos encontré lo que había guardado como un tesoro a capa y espada hasta hoy; levanté las diez fotos y miré cada una hasta encontrar alguna que mostrara su rostro mejor. Cuando lo hice, la tomé entre mis manos y estudié el bello resplandor que por sí sólo reflejaba el rostro de Eunwoo, sentí en mi estómago como si un montón de mariposas volaran ¿por qué él me provocaba todo eso? Ahora empezaba a tener un miedo racional y tangible. Eunwoo no debería de provocarme este tipo de sensaciones, porque sabía que significaban. Recordé lo que había ocurrido hace un rato y no pude ni imaginarme lo que hubiera pasado si Liv no hubiese llegado. Su rostro estaba demasiado cerca. DEMASIADO. Sentí como las mariposas revolotearon por todo mi estómago. Sacudí la cabeza, queriendo deshacerme del recuerdo y por consecuente de la reacción.

Guardé de nuevo todas las fotografías en el cajón, debajo de todo el montón de papeles, en dónde debían estar. Me arropé para dormir y escruté el techo en total oscuridad; luché contra los pensamientos que en ese momento estaba teniendo, a mi no me podía gustar el novio de mi mejor amiga, no debía.

‧₊˚𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐‧₊˚ || Cha Eunwoo || ADAPTADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora