-En... un... amigo... que dejé en California- inventé.
-¿Qué clase de amigo? Cualquiera podría enamorarse de un amigo- inquirió.
-Enamoramiento no, Yoon Sanha- especifiqué de nuevo, Eunwoo sólo se mantenía en silencio pero atento- Y es... un amigo, mmm... cercano y...- me estrujaba los sesos para poder seguir poniéndole palabras a mi mentira- y... a una amiga también le gusta, entonces...
-Tienes miedo de perder la amistad de tu amiga por haberte fijado en el mismo chico que ella- completó Sanha.
-¡Exacto!
-Bueno y, ¿quién se fijó primero en el chico?
-Ella- musité con pesar.
-Pero tú ya te fuiste de California, ya no importa o ¿si?- dijo Eunwoo, quien había estado como una estatua hasta ahora.
-Mmm- murmuré.
-Igual yo creo que lo hubieras hablado con tu amiga, en vez de especular tú sola las cosas y castigarte a ti misma- interrumpió Sanha-. Digo, no era su novio y ella no era tu mejor amiga- se encogió de hombros. Me solté a reír y ambos me miraron; si Sanha supiera a quién me refería ni siquiera hubiese dicho lo último.
-¿Qué es gracioso?- preguntó Eunwoo.
-Nada, sólo que... nada- manoteé restándole importancia.
-¡Mira, _________!- me dijo Sanha- ¿ese lugar no te parece ideal para una fotografía?- apuntó hacía una parte de la construcción de la plaza que se extendía magnifico por el este.
-Qué buen gusto tienes Sanha- concordé-. Creo que le tomaré una. Saqué con la mano libre la cámara de mi bolso y luego me quedé en silencio y sin actuar, tímida porque Sanha aún mantenía su mano atada a la mía.
-Yoon Sanha, creo que _________ necesita sus dos manos- farfulló Eunwoo.
-Oh, cierto. Discúlpame- enrojeció un poco y soltó mi mano a la que inmediatamente le pegó el aire gélido del medio día. Le sonreí y apunté el lente de la cámara hacía la construcción y saqué la fotografía.
- yeoja-ege kkoch?- musitó alguien detrás de mi. Me giré y obtuve la imagen de una señora con un canasto de rosas rojas que le hablaba a Eunwoo, mientras que Sanha estaba distraído mirando una escultura.
Eunwoo me miró y luego me sonrió. Entonces miró de nuevo a la señora.
-biyong-eun eolmaibnikka?- preguntó
-1500won- dijo la señora.
-naega hanaleul wonhaneun.
Ella le acercó la canasta y Eunwoo escogió una rosa entre el montón y luego sacó el dinero para pagarle.
-yeogiiss-eo- le dio el dinero y le sonrió.
-gomawoyo jeolm-eun-i- dijo la señora y luego me sonrió a mí para después alejarse e ir a ofrecerle flores a la demás gente.
No había aprendido aún coreano, pero al menos, ya estaba un poco más familiarizada con las palabras y pude entender la conversación entre Eunwoo y la señora. Ella le había ofrecido una rosa, él le había comprado una. Simple. Seguro se la llevaría a Liv.
-Ten- pero me la ofreció a mi y me dejó en blanco.
-¿Qué?- musité torpe.
-Es para ti- dijo, como si hubiera adivinado mi pensamiento anterior.
-Gracias- tomé la flor entre mis manos y sentí que el rubor corrió por mis mejillas pintándolas, así que desvié mi rostro y miré a Sanha, quién seguía entretenido viendo la escultura. Alcé mi cámara y tomé una fotografía de su perfil justo en el momento en el momento exacto. Una fotografía maravillosa. Sanha me miró.
-Hey, pudiste haberme avisado- me dijo y reí.
-No, creo que saliste más lindo así.
Él se sonrojó de nuevo y luego bajó la mirada percibiendo así la flor en mi mano.
-¿Y esa flor?- preguntó.
-Se la di yo- dijo Eunwoo, con más orgullo del necesario.
-Rayos, entonces yo tengo que comprarte un ramo completo- bromeó.
-Lo haces parecer una competencia Sanha- dije, queriendo seguirle la broma, pero lo cierto era que dos hermosos ángeles estaban cortejándome y el tono casual en mi voz no era muy espléndido.
-Claro que no es una competencia- dijo él-, yo no estoy compitiendo con nadie, Eunwoo no es un jugador, él ya tiene dueña- bromeó Sanha, palmeándole la espalda a Eunwoo.
Eunwoo sólo sonrió, pero a esa sonrisa le hacía falta... ¿alegría?
-Me haces sentir como un trofeo- dije, haciendo un mohín.
-teulopiga anida dangsin-eun aleumdaun gongju-igo naneun dangsin-ui wangjaga doego sipseubnida (no eres un trofeo, eres una princesa hermosa y me gustaría ser tu príncipe)- musitó Sanha.
El rostro de Eunwoo se endureció y su ceño se frunció ante las palabras que Sanha había pronunciado. ¿Pero que había dicho?
-seupein-eolo malhada (dilo en español)- le farfulló Eunwoo.
-aniyo, naneun bukkeuleowo haeyo (no, me da vergüenza)- musitó Sanha.
-dangsin-eun ileohge geunyeoleul jeongboghaji anh-eul geos-ibnida, geunyeoneun ihaehaji moshabnida (no la vas a conquistar así, ella no entiende)- el rostro de Eunwoo se volvía serio y su voz no tenía ese tono amable.
-dangsin-i hangug-eoleul joh-ahandaneun geol algi ttaemun-e (porque sé que le gusta el coreano)- Sanha se encogió de hombros.
- geugeos-eun yojeom-i anida (ese no es el punto)- Eunwoo se cruzó de brazos y luego me miró.
No sabía cual era mi expresión, pero hasta sentía un signo de interrogación dibujado por encima de mi cabeza, odiaba no entender nada.
-Sanha dice que eres una hermosa princesa y que a él le gustaría ser tu príncipe- me dijo, pero parecía molesto.
-joyonghi hae! (cállate!)- protestó Sanha a Eunwoo, enrojeciendo por completo. Miré a Sanha enternecida.
-Que lindo eres Sanha. Gracias- dije y él enrojeció más, sin embargo Eunwoo permanecía de brazos cruzados y con rostro duro. La fierecilla apareció de pronto, bailando de alegría porque creía que lo que Eunwoo tenía eran celos y aunque no quisiera aceptarlo, a mí también me gustaba la idea.
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‧₊˚𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐‧₊˚ || Cha Eunwoo || ADAPTADA
Fanfiction¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Cómo si esa cosa estuviera en la lista de "no lo toques, ni codicies", pero que cada momento te incita más y más a querer tenerlo... Él, era algo muy parecido a un príncipe azul, como el de los cuentos de had...