A pesar de que la gente decía que este lugar era duro, la ceremonia de entrada fue igual que la de cualquier otra escuela. Algunas personas importantes ofrecieron palabras de agradecimiento, y la ceremonia concluyó sin incidentes. Entonces, ya era mediodía. Después de recibir información general sobre el campus, la multitud se dispersó.
Un 70-80 por ciento de los estudiantes se dirigieron a los dormitorios. Los estudiantes restantes rápidamente formaron grupos. Unos fueron a cafés, mientras los más ruidosos fueron al karaoke. El bullicio pronto se apagó como la llama de una vela. En un capricho, decidí visitar la tienda de conveniencia en mi camino de vuelta al dormitorio. Por supuesto, fui solo. Incluso con mi desempeño allá atrás en el aula, aún no tenía amigos. Aunque pude intercambiar información de contacto con unas cuantas personas, entre ellas chicas.
Entrando en la tienda de conveniencia con la frente en alto por mi "hazaña", tomé una de las canastas y empecé a recorrer los estantes. Busqué lo más parecido a lo que solía usar donde vivía antes, como champú y otras necesidades básicas.
Ya había una chica de un largo y pelo negro en la tienda. La miré por unos momentos, curioso. Pensé que elegiría los artículos de mejor calidad, pero tomaba las opciones más baratas sin vacilar. ¿Debería entablar una conversación con ella? Si recuerdo bien, esta chica abordaba el mismo autobús que yo.
Hmm, pero se ve como una de esas bellezas que son heladas al tacto. Quiero decir, ¿desde cuándo me ha importado eso? Sin embargo, si sólo va a cortar implacablemente cualquier intento de platicar con ella, prefiero ahorrarme la vergüenza. Me disculpé mentalmente con ella por crear una imagen de su personalidad sin muchas pruebas.
Volviendo al tema de la tienda de conveniencia, había de todo. Como observé previamente, había opciones económicas y otras no tanto. No planeaba descuidar mi dieta demasiado, pero quería probar algo delicioso. Ese tipo de cosas no deberían estar mal si las hago de vez en cuando.
—¡Whoa! ¡Incluso hay una increíble selección de fideos instantáneos aquí! ¡Esta escuela es super conveniente!
Dos chicos algo ruidosos se paraban frente a las comidas instantáneas. Tiraron una enorme montaña de tazones de fideos en sus canastas y fueron a la caja registradora. Además de fideos, disponían de bocadillos y jugo. Estos fideos podrían ser el candidato ideal a ser devorado por mí en el primer día.
Había de varios tipos. Me emocionaba el siquiera tenerlos enfrente de mí, pero no podía elegir. Era obvio cuando observaba a la chica, pero no puedo discernir si este tazón de fideos de 156 yenes era caro o barato. Aun así, parece que todos los precios seguían siendo listados en yenes sin consideración al sistema de créditos que adopta la escuela. No es que haga falta una conversión, pues un punto equivale a un yen.
Pasé un rato mirando los demás tazones de reojo, intentado comparar los precios, cuando una voz sonó detrás de mí.
—Oh, si es Ayanokouji-kun —dijo...
—¿Hamaguchi?
—Así que me recuerdas. Eso me alegra.
Un chico de nuestra clase. Digo chico, pero tenía una figura delgada y apariencia andrógina. Su pelo era pálido y liso.
—¿Necesitas ayuda con eso? —Ofreció.
—Sí, pero ¿cómo lo supiste?
—Supongo que fue instinto. O sólo me diste esa impresión torpe durante las presentaciones.
—Creí que había estado bastante bien. ¿Qué parte de mí te dio esa vibra?
—Tu cara. Cuando tienes una cara así de apagada, no puedo evitar pensar que en tu cerebro te estás esforzando por buscar las palabras adecuadas.
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Classroom of the Elite: Iris - White Swirl
FanfictionAyanokouji Kiyotaka llega a la Preparatoria Metropolitana de Educación Avanzada con más que su objetivo inicial de vivir pacíficamente. Como tal, es asignado a la Clase B, y ahora utilizará un porcentaje más sustancial de sus habilidades para establ...