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— ¡Taehyung está por llegar! — corrió desesperado de un lado a otro mientras miraba la hora en el reloj de su celular avanzar. — Mamá, recuerda no decir absolutamente nada a Taehyung. — la señaló frunciendo el ceño.

— ¿Entonces voy a fingir ser muda todo el rato? No digas tonterías, hijo.

— Simplemente no le digas nada sobre lo guapo que siempre te digo qué es, ¿de acuerdo?

— Está bien, está bien. — la señora Haneul se iba a dirigir hacia la cocina hasta que escuchó el timbre y supuso que sería el chico del que su hijo tanto le hablaba. — ¿Quieres que ab- — dejó de hablar cuando su hijo literalmente corrió a abrir la puerta de manera inmediata.

Al abrir la puerta se encontraba un joven alto y bastante guapo. Su hijo ya le había mostrado fotos del susodicho, pero era diferente a verlo en la vida real.

— ¡Hola, Tae! Llegaste temprano. — la mujer sonrió al notar la felicidad en el cuerpo de su hijo. Sus acciones eran un reflejo de cuán feliz le hacía ese muchacho.

— Claro, no quería decepcionarte. — el castaño le sonrió al más bajo y detrás de su figura pudo notar a quien probablemente es la madre de Jungkook. — Hola, señora, un gusto conocerla. Soy Taehyung. — hizo una reverencia.

— Cariño, puedes decirme Haneul. — Jungkook empezó a alterarse cuando su madre empezó a acercarse a ellos. No quería que su mamá por alguna razón soltara algo vergonzoso sobre su amor por Taehyung. — Qué guapos amigos tiene mi hijo.

Jungkook volteó a mirar al mayor y debió aguantarse el suspiro que le provocó ver que éste se encontraba sonrojado por el comentario de su madre.

— Muchas gracias, se-Haneul.

— Muy bien, hora de irnos, vamos Tae. Adiós, mamá. — sin pudor alguno Jungkook tomó al mayor del brazo y empezó a arrastrarlo lejos de su casa.

— ¡Adiós, Haneul! — Taehyung, a quien venía arrastrando de la mano, gritó desde lejos para que su madre lo escuchara.

— ¡Tengan una buena cita!

Maldita. Sea.

— ¿Tu mamá acaba de decir que estamos en una cita? — Taehyung agachó la mirada para enfocarla en Jungkook quien estaba a su lado aún arrastrándolo hacia el auto de su padre.

El color empezó a subir por la cara del menor dándole un aspecto muy adorable. Quería apretar sus mejillas.

— Ignora lo que dice mi madre, por favor. — cuando llegaron al auto iba a abrir la puerta del pasajero hasta que la mano de Taehyung lo detuvo y la abrió para él. — G-gracias. Como decía, mi mamá tiene un don para humillarme siempre.

Taehyung se burló y tomó con ambas manos las mejillas del menor dando un pequeño apretón.

— Cuando estás avergonzado te ves muy lindo, así que entiendo a tu mamá. Yo tambien te molestaría solo para ver esa expresión.

Taehyung se subió tranquilamente al auto sin tener en cuenta el hecho de que en ese momento Jungkook estaba hiperventilando por lo que acababa de pasar.

— ¿Vamos?

— S-Sí.

Aún no comenzaba su salida y Jungkook ya se sentía desfallecer, como siempre que estaba con Taehyung.

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