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Cuando iba a exclamar furioso y triste a la vez por la actitud de Taehyung, sintió unos labios blandos sobre los suyos, cortándole la respiración inmediatamente.

— T-Taehyung, ¿q-qué haces? — intentó apartarse del otro sintiéndose frustrado. — Por favor, no hagas esto, no sabes lo difícil que es para mí...

Trató de alejarse del cuerpo del mayor quien de inmediato, lo atrajo más a él al poner ambas manos en su cintura.

— Deja de hablar, Jungkook. — la voz gruesa y molesta de Taehyung lo hizo sentir pequeño. — En todo este rato solo has hablado tú y no me has dejado explicarte lo que realmente pasa.

— ¿Finalmente vas a admitir que te molesta mi presencia?

— Por favor, silencio... — Taehyung se frustró pero trató de comprender la actitud de Jungkook. — ¿De verdad piensas que si me molestara tu presencia te hubiera besado como acabé de hacerlo? — miró de cerca cómo el rostro del azabache empezaba a tomar un tono rojizo, a pesar de que la oscuridad no lo dejaba ver bien.

Si no fuera por la pequeña ventana que había en la habitación y daba a la parte de afuera, no vería nada.

— No lo sé, Tae, yo cada vez te entiendo menos... — tomando un poco de valentía se encontró con la mirada profunda del mayor, notando que éste se encontraba detallando cada parte de su rostro.

— Pues, permíteme explicarte todo. — Taehyung tomó la mano del menor obligándolo a sentarse de nuevo en su cama, haciendo él lo mismo, sin despegarse mucho del azabache. — Pero debes prometerme que no me vas a interrumpir, porque pienso decirte todo lo que ha ocurrido en estas vacaciones conmigo y que tiene mucho qué ver con mi comportamiento hacia ti.

Jungkook sintió su corazón acelerarse al no saber qué esperar pero asintió, confiando en Taehyung.

— Muy bien. Ponte cómodo porque esto es un cuento largo.

Taehyung, con la atención plena de Jungkook en su relato, contó todo lo que debía contarle al azabache. Desde el día en que ese abrazo en la heladería le hizo conocer sus verdaderos sentimientos por el menor, hasta las vacaciones que tuvieron, en donde sufrió mucho al darse cuenta de que, por su estupidez, ahora Jungkook al parecer le estaba dando una oportunidad a Mingyu. Le contó de la vez en la que le confesó a Namjoon y a Yoongi que gustaba de él, aunque sus amigos al parecer lo supieron desde mucho antes.

También le dijo que su madre y su padre lo sabían, porque él había decidido contarles sobre sus sentimientos, y ellos lo habían apoyado. Por supuesto que también le contó sobre los celos que sintió cada vez que Mingyu y él compartían fotos sobre sus famosas citas, y también debió confesarle que, debido a los celos, se había ido de la mesa en donde ellos estaban, ese día en la Universidad, con una excusa muy estúpida.

Le contó cada detalle posible, sobre cuánto tiempo estuvo pensando en contarle sus sentimientos, pero no había podido hacerlo porque los nervios no se lo permitían. Así como lo había intentado el día anterior, aunque, en ese caso, fue porque sus planes se fueron a la borda. Y ahora, a pesar de que tenía un nuevo plan, le estaba contando todo en plena madrugada, tratando de no hacer ruido para no despertar a sus amigos aunque eso era prácticamente imposible, y todo eso, sin haber planeado nada de lo que estaba pasando ahora.

Los planes no eran su mayor habilidad.

— Espero que con todo lo que te he dicho, te quede claro que me gustas. — acarició el rostro de Jungkook, quien en ese momento era un mar de lágrimas ante tal confesión inesperada. — O bueno, no me gustas... creo que, de hecho, estoy enamorado de ti. Estamos a la par ahora, eh. — bromeó.

Jungkook en ese momento se sintió avergonzado al no haber notado las señales que quizás Taehyung le demostró todo ese tiempo. Pero para él era casi imposible llegar a imaginar que el castaño se fijaría en alguien como él.

— Tonto, me asustaste... — las primeras palabras de Jungkook después de que no había dicho nada durante esos minutos, se hicieron presencia en el lugar, provocando risas de ambas partes. — No puedo creer que realmente esto está pasando, Tae... yo esperé tanto por este día, incluso soñaba con esto, aunque me da vergüenza admitirlo... — se sonrojó por la risa del mayor. — Este definitivamente es el mejor día de mi vida y no puedo evitar llorar porque de verdad me siento tan feliz.

Al observar cómo Jungkook empezaba a sollozar de nuevo, Taehyung, sin temor alguno, lo abrazó fuertemente por los hombros, sintiendo cómo el menor hizo lo mismo, rodeando su cintura y apoyando su rostro en su hombro.

Estaban tan cerca el uno al otro, que Taehyung pudo jurar que sintió el corazón de Jungkook latir fuertemente a la par que el suyo. El momento que estaban viviendo era totalmente mágico e inesperado.

Taehyung pensó que esto no hubiera sido tan maravilloso si hubiera estado planeado, como él lo quería. Se dio cuenta de que no era necesario idear un gran plan para declararse a Jungkook, sino que, lo único que el menor quería, era su sinceridad y con eso bastaba. Porque sus corazones ya le pertenecían el uno al otro, solo hacía falta que fueran sinceros.

— Te amo, Taehyung. — escuchar esas palabras provenientes de la boca de Jungkook no hizo más que llenar su corazón. — Y me siento feliz al poder decírtelo finalmente, sin preocuparme por nada más que transmitirte todo el amor que siento y he sentido tanto tiempo por ti.

El castaño se separó del abrazo solo para observar el hermoso rostro del menor, quien se encontraba sonriendo tímidamente y con un poco de lágrimas todavía en sus ojos.

— Eres tan hermoso, Jungkook. — limpió los restos de lágrimas que habían en el rostro del azabache y besó su frente, contento por el sonrojo en el rostro del otro. — Yo también te amo, mucho.

Jungkook entrelazó sus manos en la nuca del mayor acercándolo más a su cuerpo, y cuando sus rostros estuvieron lo suficientemente cerca, decidió tomar la iniciativa y besarlo, como lo soñó tantas veces. Se sentía un poco avergonzado al ser inexperto en el tema de los besos pero Taehyung lo hizo sentir seguro al acariciar su cintura suavemente y profundizar el beso, uniendo sus lenguas en una danza inicialmente inexperta, pero que tomaría forma al poco tiempo.

— Espera...

— Mhm, ¿qué pasa? — Taehyung giró la cabeza confundido.

— ¿Me estás diciendo que todos estos días sufrí al saber que te gustaba un chico, cuando en realidad, yo era ese chico?

— Eh... pues sí. — ambos se rieron y Taehyung juntó sus frentes luciendo embobado. — No sabía que eso te había afectado tanto, lo siento mucho, mi amor.

— ¿M-Mi amor? — Jungkook ocultó su rostro en el cuello de Taehyung por la vergüenza. — Eso suena muy lindo.

— Tú eres lindo.

— Basta.

— No voy a parar ahora que ambos sabemos nuestros sentimientos por el otro. — se agachó un poco para besar la frente del menor. — Estoy tan enamorado que quiero pedirte que seas mi novio ahora mismo, pensé en idear otro plan para pedírtelo pero ahora odio los planes. — escuchó la risa tímida de Jungkook, quien de inmediato alzó su rostro observándolo con una expresión indescifrable. — Creo que es demasiado pronto, ¿verdad? Olvídalo, lo siento.

— Taehyung... — el tono de voz de Jungkook ahora se notaba más serio. — He esperado mucho tiempo para poder llamarte mi novio, por supuesto que me encantaría serlo. No me importa si es apresurado, s-si los dos nos queremos, no importa nada más. — de nuevo juntó los labios con el mayor en un pequeño beso sin esperar su respuesta. — Quiero que seas mi novio, Kim Taehyung.

— Y yo quiero ser tu novio, Jeon Jungkook.

Ese era el día más feliz de sus vidas.

﹌﹌﹌


Lloré.

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