Una vez que ambos bajaron hasta el auto que los esperaba, el rubio abrió la puerta para la chica, quien le agradeció y terminó por subir, poco después él hizo lo mismo y el auto comenzó a avanzar.
—Gracias por tu ayuda, espero llegar a tiempo, ah.. ¿sabes dónde es o debería decirte el camino?
—Tranquila, es la tienda de trajes ¿no?
—Sí, muchas gracias, ah y perdón por lo que sea que haya visto ayer, yo no..
—No te preocupes, esos dos siempre hacen lo mismo, son unos idiotas que solo buscan una oportunidad para tener sexo.
—Aún así, no tuve siquiera tiempo de presentarme, me llamo Tsuki Miyamoto, y lo que pasó ayer no es algo que me pase seguido.
—Por supuesto, yo soy Kanji Mochizuki, y me disculpo por lo que ese par haya hecho, no tienen remedio.
La conversación mayormente trato de aquel tema, sin embargo también hablaron un poco sobre los trajes que habían hecho en la tienda pues uno de ellos era el que él llevaba en ese instante, sin embargo mientras más ameno se hacía el momento menos tiempo les quedaba y terminaron llegando pronto a la tienda, misma dónde el sujeto bajo para ayudar a la castaña, una vez que ella bajo y se acercó a la puerta ambos se despidieron y Tsuki entró a su turno del día.
Después de las labores iniciales como barrer el frente de la tienda, limpiar pisos y acomodar mercancía, la chica estaba por comenzar la limpieza de los probadores, si bien realmente se usaban poco, todas las áreas debían mantenerse limpias, acercó todos los aditamentos necesarios y justo cuando se disponía a iniciar escuchó la campanilla de la puerta que indicaba la entrada de un cliente.
De inmediato guardo las cosas en uno de los vestidores y salió a toda prisa para no hacerlo esperar, sin embargo se llevó una pequeña sorpresa al ver que eran dos personas quienes habían entrado, el sujeto de aquella mañana llamado Kanji y otro a quien no conocía, vestía un traje morado, su cabello era de color rosa y tenía dos cicatrices en las comisuras de la boca en forma de rombos.
—Hola, bienvenidos ¿en qué puedo ayudarles el día de hoy?— saludó la castaña como de costumbre con una leve reverencia.
—Hola de nuevo Tsuki, pues tenemos otro encargo, pero esta vez son dos trajes más tradicionales que estos, aquí están las fotografías de referencia y los detalles adicionales.— mencionó el rubio entregando un sobre sellado con la misma figura que la chica había visto tatuada en Koko y los hermanos el día anterior.
—Por supuesto, permítanme un momento y vuelvo enseguida.— la chica recibió el sobre y se retiró a la trastienda para darle los informes a su jefe, quien hizo los cálculos de la carga de trabajo y la llegada de los materiales faltantes para tener una fecha aproximada de cuando estarían listos, una vez que tuvo la fecha le dió los detalles a la joven para que realizará la nota antes de que ella saliera de nuevo.
Cuando la castaña estaba volviendo, antes de aparecer de nuevo frente a aquellos dos, logró escuchar levemente una parte de la conversación que estaban teniendo.
—¿Entonces si es ella?
—Ya te dije que sí, Takeomi la encontró, Koko fue a su casa y los Hairani aprovecharon para ir también, los muy idiotas la dejaron bastante mal, y prácticamente me encargaron ver que estuviera viva.
—Interesante.. tal vez intente..
—No Sanzu, si se te ocurra cometer una estupidez de las que acostumbras, puedes meternos en problemas, y sabes cómo es Mikey, mejor ni siquiera lo pienses.
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Por turnos.
RandomT/N × Bonten, Tokyo Revengers Tsuki acaba de conseguir un nuevo empleo, que le trajo la opción de conocer gente nueva, pero los nuevos encuentros no siempre son afortunados ¿o sí? Quién diría que después de unas visitas y unas copas demás se metería...