Capítulo 31

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Las piernas de la castaña no dejaban de temblar, se habían aferrado a la cintura del albino, impidiendo que se alejara de ella, cosa que lo hizo sonreír bastante complacido.

Vamos preciosa, si no me sueltas ahora, no voy resistirme y estaría rompiendo el trato de solo hacerlo una vez.

—Quiero.. más..

Hubo una reacción conjunta de todos los presentes al escucharla decir esas palabras.. era la primera vez que ella, por cuenta propia, pedía seguir teniendo sexo.. cosa que de inmediato alteró a cada uno de los sujetos allí mismo, especialmente a Mikey..

Oye, oye.. no me hagas esto ¿si? Todavía no lo saco y harás que se ponga aún más duro..

En ese momento, todos estaban conteniendo las ganas de lanzarse a tener al menos un tacto de ella, pero Koko era el más afectado, pues el rostro sonrojado de la chica quedaba a centímetros del suyo, sentía las manos de la castaña aferrarse a su ropa y las piernas al rededor de su cintura, escucharla rogar por más lo estaba sacando de quicio.. pero más lo fué, sentir el espasmo que hizo que la vagina de Tsuki se contrajera, presionando su pene bastante..

Más..

Mierda.. Tsuki no hagas eso..

—Ven acá preciosa, si quieres más te lo daré yo.

Aquello lo respondió Kakucho, que zafó las manos de la chica del cuello de Koko, haciendo que ahora lo abrazara a él, llevándose una reacción totalmente inesperada para todos, pues en cuanto él estaba por intentar hacer que la castaña soltase a Koko de la cintura, ella misma se lanzó contra el azabache, besando sus labios de forma casi desesperada, liberando al albino, quien ahora no quería alejarse tras ver esa reaccion.

Vaya.. no era mentira que se vuelve más cooperativa cuando está ebria.— mencionó Koko mientras retrocedía finalmente, saliendo de ella y acomodando su ropa.

Se los dije, aunque admito que ni conmigo hizo eso, quizá le di un poco más de lo que debía.— respondió Takeomi, quien, como los demás, seguía viendo lo que ocurría con bastante atención.

Tsuki por su parte, mientras dejó de sentir a Koko entre sus piernas, espero a que Kakucho fuese quien se posicionaba ahora en el mismo sitio, aprisionandolo de inmediato mientras bajaba sus manos hacia el pantalón, siendo ahora ella quien cortaba el beso.

Date prisa..

—Hey, tranquila.

Kakucho le detuvo las manos y él mismo se encargó de liberar su miembro y ponerlo en posición, pero antes de meterlo, miró a la chica nuevamente.

Sujetate fuerte ¿bien?

—¿Sujetarme?

El azabache le tomó las manos para que se sujetarla de sus hombros y luego la cargo, sosteniendo sus piernas de los muslos, con cuidado y un pequeño movimiento, se encargó de que su pene entrara en ella por completo, llegando hasta la parte más profunda, haciendo que a ella, se le escapase un gemido fuerte, mientras aferraba sus manos a la ropa del contrario, y sujetaba con más fuerza sus piernas a él.

Ahora solo disfrútalo.

Ella estaba por preguntarle a qué se refería, pero él simplemente dió media vuelta, recargandose con cuidado en la mesa antes de comenzar a moverla con ayuda de sus brazos, de forma que las estocadas comenzarán a hacerse presentes, logrando hacerla gemir bastante, especialmente por el estímulo que recibía cada que el glande de su pene, frotaba el punto exacto que la hacía enloquecer.

Por turnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora