La obsesión de Han Jisung logra cualquier cosa para tener a Lee Minho, el hijo de un mafioso que lo tiene como esclavo sin embargo en el transcurso los secretos del pasado saldrán a la luz
El castaño se acercó al señor, sus ojos estaban rojos y su mandíbula apretada pues el contrario ya le había hecho perder la paciencia -¿Dónde está el?
El hombre lleno de miedo negó repetidas veces -No, no, yo no sé na-nada.
El joven comenzó a reírse, saco su daga y apuñaló al hombre, lo apuñaló repetidas veces hasta matarlo y hasta que la sangre salpicara sobre su rostro -Ssh- cerro los ojos del señor -Solo dormirás por un rato- se levantó y se retiró de aquella fábrica.
Mientras caminaba prendió un cigarrillo de la nada la risas de personas llegaron a sus oídos, volteo a ver aquel parque donde se encontraban familias y niños jugando, Jisung recordó a su estupida madre, aquella que lo había abandonado.
Jisung confío en su madre, confío en el señor Lee y ambos lo abandonaron. El había sido adoptado por una familia en Malasia y al principio todo fue lindo sin embargo el no podía soportar el coraje que crecía en su corazón al ser abandonado por su madre, sus padrastros tuvieron hijos propios y lo comenzaron a ver cómo un criado, por supuesto que sufrió mucho así que cuando cumplio los 17 años decidió matarlos a todos.
El estaba severamente grave psicológicamente, odiaba a las personas que abandonaban y por supuesto que también estaba obsesionado con buscar al señor Lee, recuerda que el hombre le había dicho que era lo mejor para el ya que estaría en buenas manos pero se equivocó tan gravemente que ahora quería matarlo.
Tiro el cigarrillo al suelo y lo aplastó -Los encontrare y los mataré- dijo con una sonrisa sobre sus labios -Los mataré.
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Jeongin lo miro preocupado mientras limpiaba sus heridas -¿Te duele mucho?
El pelinegro negó -Solo son leves cortaduras, estoy bien Jeon.
El menor asintió y le colocó una curita -Papá quiere hablar con nosotros, por la tarde- suspiro cansado -Creo que por fin dirá que la organización se le dará a Hyunjin.
-Hyunjin es un tonto, estoy seguro de que papá te pasará el mando a ti y- Jeongin le hizo señas de que guardara silencio, alguien estaba detrás de la puerta a los segundos los pasos se escucharon hasta que dejaron de escucharlo -Se fue- el menor asintió
-Creo que por eso me odia.
-El no te odia, dale tiempo- sonrió dejando ver sus lindo dientitos.
-De acuerdo pequeño- sacudió los cabellos del contrario quien solo hizo un puchero -Tengo que irme, al parecer alguien está matando a nuestros trabajadores.
Jeongin asintió -De acuerdo, ve con cuidado por favor.
Minho se despidió de su hermano, hace unas horas atrás había recibido una llamada de unos de sus trabajadores, este le había dicho que de nuevo habían matado a uno de los hombres que trabajaban para él y su familia, no era la primera vez, en los últimos meses había estado pasando consecutivamente pero nunca daban con el paradero del asesino y tampoco sabían porque razón lo hacía.
Lee solo esperaba que aquella persona tuviera buenas razones para matar a su gente o de lo contrario el se encargaría de matarlo con sus propias manos.
