Jurassic Park: Campamento Cretácico 1993.

Cap. 4: El Valle de los Herbívoros.

Un nuevo día se asomaba por las montañas de la isla nublar. Los primeros brachiosaurus estiraban sus largos cuellos al cielo para bostezar y desperezarse del sueño que tuvieron. Los científicos iban llegando, a veces de a tres, a veces de a dos, y otros solamente solos, al laboratorio de genética para continuar con lo que dejaron el día anterior.

Los guardabosques bebían café con leche para despabilar rápido y comenzar a dar vueltas por los recintos de la isla; al igual que los veterinarios iban a los galpones para buscar la comida que le corresponde a cada especie de dinosaurio. Ese día, el doctor Harding debía hacer un chequeo a la tyrannosaurus; el problema es que se esconde demasiado y siempre, al menos para los demás veterinarios, es imposible encontrarla, ni siquiera funcionan las cabras de cebo para llamar su atención.

A Harding le resultaba chistoso como los jóvenes veterinarios y guardabosques hacían hasta lo imposible para alcanzar a los gallimimus que salían corriendo en cuanto veían los jeeps o quats acercarse a ellos. Mientras que a Muldoon le molestaba a niveles extremos el hecho de no que no saben trabajar de manera profesional con los animales; llegó a necesitar atención médica por que se le sube la presión cada vez que regaña a los nuevos.

En el campamento, dos de los seis adolescentes se saludaban para bajar a desayunar, Brooklynn se sintió interesada en la cantidad de conocimiento que tiene Darius sobre los dinosaurios. A ella nunca llegaron a interesarles, les resultaban simples lagartijas gigantes que se mataban entre sí para poder sobrevivir; claro que no es algo de mucho interés. Fue cuando vio a las triceratops con esos majestuosos cuernos y el volante que tienen en la nuca. Y fue a partir de eso que se durmió pensando en preguntarle más cosas a Darius.

-Entonces -dijo Brooklynn-, los triceratops ¿utilizan sus cuernos para pelear y reconocerse entre ellos?

-Sí -responde Darius-. Se hicieron descubrimientos en sus cráneos que peleaban bastante, ya sea por el dominio de la manada, o para aparearse con las hembras.

-Eso me recuerda a los elefantes.

-Los científicos deben apoyarse en algún ser vivo actual para poder entender los extintos. En el caso de los triceratops, las marcas de puntos y raspones en la cabeza, daban a la teoría de reproducción y liderazgo.

-¡Increíble! 

Llegaron a la cocina y vieron a Yasmina y Ben haciendo una competencia de dibujo, mientras que Sammy en la jueza. Kenji iba a repetir, por tercera vez, el desayuno y vuelve para ver quien es peor dibujando. Los coordinadores, Dave y Ed jugaban al póker hasta que Roxana estuviera lista para salir iniciar con el día que tienen planeado, una sorpresa sin lugar a dudas.

-Sinceramente, no sé con cual quedarme -habló Sammy viendo los dibujos del rubio y la atleta. Ben presentó uno en el que está él con la cría de triceratops jugando al ajedrez; mientras que el de Yasmina está ella escapando de unos velociraptores. Uno es lindo, el otro es una locura.

-Es simple -comentó Kenji tragando tocino y huevos-, ¡se honesta y ya!

-Es que el de Ben me derrite el corazón y el de Yasmina me deja boquiabierta -Regis va a la mesa y ve los dibujos, admirado por los dos.

-Si fuera yo, me quedo con el de Ben. Te encariñaste mucho con la cría de ayer, ¿no?

-¿Cómo lo hacen? Ellos los tienen y los dejan ir como si nada -habló Ben con sorpresa.

-Son dos dedos de frente, Ben -dijo Kenji-. Tienen que evitar que las dinosaurias bebés se encariñen con las personas para que puedan liberarlas con las demás hembras adultas.

-Entonces si había vida inteligente en tu cabeza, menso -mencionó Yaz sin poder creer lo que acaba de decir el azabache.

-Si ese es el caso, les tengo una sorpresa de última hora que involucra dinosaurios -anunció Roxie entrando al edificio. Ella despertó temprano porque la llamaron diciendo que no iba a poder realizarse el paseo por cayacs en el río de la isla. En eso llegaban Darius y Brooklynn.