Cap. 7: Confundidos.

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>>¡Bien! Contaré hasta tres... Uno... Dos...<<


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Darius abre los ojos de golpe al escuchar el sonido de una alarma. Voltea para mirar hacia la puerta y por la ranura de ésta ve la luz del día tratar de entrar al lugar. Cerró sus ojos y se los refregó con ambas manos para despabilarse un poco. Cuando bajo la mano izquierda a sus piernas, golpea sin querer a algo, más bien a alguien. Brooklynn tiene su cabeza sobre las piernas del moreno, dormida profundamente sin haber sentido el rose del moreno.

Darius levanta la vista y busca a los demás campistas. Ve que Kenji se quedó en el mismo lugar en el que se durmió, solo que ahora está con los brazos cruzados y roncando fuertemente. Ben también está en la misma posición que la noche anterior al igual que Sammy, aunque ella tiene su mano izquierda sobre el hombro del rubio. Por último, miro hacia donde se quedo Yasmina y solo ve sus pies.


>>¡Señor Hammond, creo que ha funcionado!...<<


Con cuidado levanta la cabeza de Brooklynn y la deja despacio en el suelo, pero por reflejo, la pelicastaña pone sus manos para seguir durmiendo. Se puso de pie y camino hacia donde dejaron las mochilas; sin percatarse de que lo están mirando. Abre despacio la bolsa de Brooklynn y vuelve a buscar la bolsita que, en teoría, tiene los pasadores para pelo. Y al final no estaban allí, sino, que se encontraban en el bolsillo que está adentro.

Darius saca uno y avanza al "armario" para intentar sacar el candado. Para su suerte, tener los amigos que lo están esperando en ese momento le sería de ayuda para este momento. Recordó la vez que él junto con Robert y Jess entraron a la oficina del director para recuperar la pelota de fútbol que le confiscaron sin ningún motivo y, tras recordar esto, logro quitarle el seguro al candado y cayó al suelo haciendo mucho ruido.

Abre las puertas y queda sorprendido al ver todo lo bueno que puede sacar. En la parte alta a la derecha ve un total de doce radios ordenadas en filas de a cuatro; abajo dos botiquines grandes blancos con una cruz roja en el centro. A la izquierda, arriba, tres cajitas, que pesan doscientos gramos, de balas para escopeta y abajo del todo hay cinco escopetas negras.

-Genial -murmuró Darius al ver que podían llegar, con suerte, en una pieza al Centro de Visitantes. Regresa a su mochila y saca una media que tenía en caso de emergencia. Toma dos cajas y las guarda ahí dentro. Después toma tres radio y lo más esencial de los botiquines para guardarlos en la mochila que armó junto con Brooklynn. 

-Buenos días, Darius.

El moreno dejo guardar las cosas y voltea para saludar. Parada en la entrada -el final del pasillo- está Brooklynn bostezando y quitándose rastros de haber dormido mucho. Aunque es su melena lo que la delata.

-Qué vergüenza. Me estás viendo recién despierta.

-No sería la primera, ¿recuerdas? Hace unos días, cuando Kenji ya llevaba más de cuarenta minutos en el baño y entraste para sacarlo así hacíamos nuestras cosas.

-Tienes razón. ¡Guau! Lograste abrirlo... Un segundo, ¿dónde estaban mis pasadores? -pregunto.

-En el bolsillo interior. También hay dos baterías, ¿son de tus cámaras?

-Sí. Debo mantenerlas cargadas. Pero, no creo que aguanten tanto tiempo, ya debe quedarles menos de la mitad...

El ruido de unos golpes fuertes a algo metálico alertando a los dos chicos de pie y al resto los despertaron. Kenji permaneció quieto y miro hacía la puerta; Ben abrazo a Sammy y ella no hizo más que dejarse y tratar de calmarlo. Yasmina se puso de pie al instante y retrocedió hasta donde están el moreno y la pelicastaña.

Jurassic Park: Campamento Cretácico 1993.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora